El Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado este miércoles los trabajos de búsqueda y delimitación de la fosa común de Pico Reja, ubicada en el cementerio de San Fernando y donde podría estar Blas Infante. El Consistorio ha reconocido que además contempla para el presupuesto de 2018 trabajos en el resto de fosas del camposanto ubicado en la capital hispalense.

Así lo ha señalado la delegada de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales, Adela Castaño, durante su participación junto al delegado de Hacienda y Administración Pública, Joaquín Castillo, en el homenaje que se ha brindado a las víctimas de la represión franquista enterradas en las ocho fosas comunes del cementerio de San Fernando.

El acto ha sido organizado por la mesa de participación de memoria histórica, conformada por las asociaciones memorialistas, sindicatos y grupos políticos que han estado también presentes junto a familiares, dentro del programa de actividades del III Homenaje a las Víctimas del Franquismo, según ha informado el Consistorio en un comunicado.

En esta línea, Castaño ha explicado que se han iniciado las primeras actuaciones en la zona de la fosa de Pico Reja y ha destacado que "se trata de la primera vez que se lleva a cabo una actuación de memoria histórica en el camposanto sevillano y, concretamente, en la que será la primera fosa del cementerio de San Fernando que se va a delimitar y a señalizar".

Estos trabajos "se corresponden con los compromisos de nuestro programa de gobierno", ha explicado la delegada, y "son compartidos con Izquierda Unida (IU) y Participa, grupos políticos con los que se alcanzaron acuerdos presupuestarios para la recuperación de la Memoria Histórica".

Asimismo, la delegada ha recordado el compromiso del gobierno municipal con las políticas públicas de Memoria Histórica que fueron aparcadas en el anterior mandato y en este sentido ha explicado que "ya estamos contemplando en las propuestas para el presupuesto de 2018 nuevos trabajos para la señalización y localización de las otras siete fosas existentes en el cementerio de San Fernando".

"Los trabajos que por parte del Ayuntamiento ya se han iniciado en la fosa de Pico Reja estarán finalizados antes de final de año y los resultados se trasladarán en un informe técnico a la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía que, tal y como ya se ha recogido en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), acometería la exhumación de los restos", ha explicado Castaño.

La delegada ha indicado que "es ya una realidad que Pico Reja es una de las fosas en las que se va a actuar en 2018", al tiempo que ha agradecido a las entidades memorialistas, sindicatos y a historiadores como José Díaz Arriaza que "tanto han trabajado para llegar hasta donde estamos ahora y cuya labor ha sido fundamental para que ya hayamos empezado a trabajar en la fosa de Pico Reja".

Los trabajos han sido adjudicados por contrato licitado por la Delegación de Educación, Participación Ciudadana y Edificios Municipales del Ayuntamiento a TCA Geomática. Estas actuaciones se centran en la búsqueda, indagación, localización y delimitación de la fosa de Pico Reja en el cementerio de San Fernando.

Según la nota, es la primera vez que en el camposanto se rastrean certezas sobre los represaliados durante la Guerra Civil y los años siguientes de la dictadura franquista.

Pico Reja es una fosa común que se abrió a partir del golpe de Estado de 1936 y que, según los estudios de historiadores como José Díaz Arriaza, podría acoger los cuerpos de 1.103 asesinados y asesinadas víctimas de la represión franquista. Al Ayuntamiento le competen las labores descritas, mientras que a la Junta de Andalucía corresponderá la posterior exhumación de los cadáveres, que afrontará en 2018 tal y como está ya publicado en el BOJA. 

Las actuaciones que se van a llevar a cabo consisten en definir las características de esta fosa -ubicación, dimensiones, características físicas y geomorfológicas-; delimitación topográfica de la fosa a través de coordenadas UTM; excavación parcial e identificación de los depósitos osteológicos, al objeto de abordar tanto la materialidad de los crímenes cometidos como una secuencia de los hechos criminales; documentación y análisis de campo de cada cuerpo individualizado; y registro de huellas de violencia partir de lesiones perimortem que evidencien la muerte bajo signos de violencia como pruebas de los crímenes.

Con estos datos, se encargaran de relacionar los datos aportados por las fuentes bibliográficas y documentales y los testimonios orales con la información obtenida durante la excavación parcial de la fosa --no exhumación-- y poder establecer una datación objetiva de la secuencia de los hechos; se adoptaran medidas de conservación y protección necesarias en la preservación de los restos óseos para la posterior fase de excavación arqueológica; y se justificará mediante la secuencia estratigráfica el momento al que pertenecen los restos.