La polémica sobre el próximo traslado de la Facultad de Derecho de la Universidad Hispalense, desde su actual ubicación en la Fábrica de Tabacos al inmueble de nueva construcción de Pirotecnia, subió ayer varios enteros. La decisión de más de una decena de profesores de abandonar la junta de Facultad al constatar que no se iba a realizar una votación para que ésta se pronunciase a favor o en contra de la mudanza ha tenido la culpa del nuevo repunte del conflicto.

Los profesores críticos con el traslado habían solicitado que se incluyese en el orden del día de la asamblea una votación con objeto de saber si la mayoría de los miembros de la Junta respaldan o no la mudanza. Sin embargo, según fuentes del sector crítico, el equipo decanal desoyó esta petición -a pesar de que contaba con un diez por ciento de apoyos dentro de la Junta, tal y como dicta el reglamento- e introdujo en su lugar un pronunciamiento para ser votado que no aparecía en el orden del día.

El nuevo texto sometido a votación consiguió el visto bueno mayoritario de los asistentes (42 votos a favor; 12 votos en contra y 2 en blanco), pero no contó con el apoyo de los profesores críticos que habían abandonado previamente la sesión.

Según informa la Universidad Hispalense, la junta de Facultad recogió en el documento aprobado que las nuevas instalaciones mejoran las actuales e instó al equipo decanal de la Facultad de Derecho a que continúe el seguimiento de las obras para garantizar una construcción de garantía y la dotación de los últimos avances técnicos e informáticos que faciliten la puesta en práctica de una enseñanza más interactiva. "Tenemos serias dudas sobre la licitud de esta Junta de Facultad", indicaron fuentes del sector crítico. "Se han saltado el procedimiento al impedir que la junta exprese su opinión sobre el traslado, y lo han cambiado por un manifiesto de buenas intenciones que firmaría todo el mundo. Han lesionado nuestro derecho a participar en una junta y por eso vamos a estudiar su impugnación", señalan las mismas fuentes.