Plaza nueva

"Dejé los mítines, en plena campaña del 87 nació mi hija"

  • Luis Pizarro Fernández. Se estrenó como padre y concejal en la primavera de 1987. Estuvo en cuatro corporaciones, las dos últimas como candidato a la Alcaldía por IU. Ahora lleva Salud, Vivienda y Prisiones de adjunto al Defensor del Pueblo.

SACÓ a veinte mil estudiantes a la calle en 1985 en una Sevilla sin móviles y con gobernador. Dos años después, Luis Pizarro Fernández (Fuentedecantos, Badajoz, 1960), médico y guitarrista, entró en el Ayuntamiento.

-Su estreno municipal parece el Diario de un poeta recién casado de Juan Ramón Jiménez...

-Me caso en diciembre de 1986 y entro de concejal en junio del 87. Mi hija Candela nace en mayo, en plena campaña electoral. Dejé los mítines para asistir al parto; la madre y yo habíamos sido alumnos de Malagón, el ginecólogo.

-¿Marca cumplir veinte años el día que matan a John Lennon?

-En mi familia éramos más de los Rolling que de los Beatles, pero fuimos a llevarle flores al homenaje en la plaza de San Andrés.

-¿Por qué la Medicina?

-Me atraía la ciencia, y mi familia es toda de maestros y yo nací en la librería-imprenta de mi abuelo. Me gustaba la Biología, pero mi padre decía que no daba dinero.

-Algún malvado diría que lo que daba dinero era la lucha estudiantil...

-Eso debió pensar el cirujano con el que hice las prácticas. Como era cirujano plástico, la paciente insinuó que ganaban mucho dinero y él le dijo: "Aquí el que gana dinero es mi ayudante". Hasta que le enseñé mis honorarios.

-¿La lucha estudiantil lo convierte en el segundo personaje más popular de su pueblo en Sevilla después de Zurbarán?

-En marzo de 1985 salí en la contraportada de El País. Fue el único movimiento estudiantil, lo del Cojo Manteca es posterior. Primero contra la LAU de la UCD, después contra la LRU del PSOE, que pasó sin pena ni gloria pero en Sevilla estalló con los Estatutos.

-¿Quién era el rector?

-Rafael Infante. Gran matemático y estadístico, aficionado al flamenco. Se vio desbordado.

-¿Lo fichan de la política?

-Nos empezaron a tirar cables, el PSOE básicamente, y no hicimos caso a los cantos de sirena. Para nosotros el PSOE era el poder, y eso que en 1982 había ganado por el voto joven. El mío también, la única vez que voté a Felipe.

-¿Qué le lleva a la política?

-El referéndum de la OTAN del 86. Estaba naciendo Izquierda Unida. Me propusieron ir en las autonómicas y dije que no. A las municipales dije que sí.

-Coincide con la llegada de Anguita de Córdoba a Sevilla.

-Traía un discurso muy contundente, acabó atrapado por la imagen que se construyó él mismo y la que le hacen sus enemigos. La careta de la que habló Vázquez Montalbán en un artículo. La máscara que le hace Prisa y la campaña descomunal que le hizo Felipe González y le costó dos infartos. La mayoría de los que prosperan en política son mutantes, necesitan una mutación genética para adaptarse a un medio tan hostil.

-Usted aguantó 16 años...

-Fue casi sin querer.

-De los candidatos comunistas y afines -Balosa, Cuéllar, Bendala, Aristu, Torrijos, usted mismo-, ¿a quién le hubiera quedado mejor el traje de alcalde?

-Paula Garvín hubiera sido una alcaldesa a lo Ada Colau en Sevilla, una ruptura notable.

-¿En qué basó su mensaje cuando fue candidato en 1995?

-Competía con Soledad Becerril, Rojas-Marcos y Rodríguez de la Borbolla. Me presenté como candidato frente a los grandes apellidos. El único que era gente, como dirían los de Podemos ahora.

-¿Y en el 99?

-Estábamos un poco expectantes ante el cambio de siglo y milenio. Lo único que cambió fue el euro por la peseta.

-Y las Torres Gemelas...

-El mundo cambió con el terrorismo islámico y la réplica delirante de Bush hijo. Me enteré del 11-S en un bar del Albaicín. Después estuve en Nueva York cuando fui a visitar a mi hija en Toronto.

-¿Con Chamizo primero y Maeztu después, los dos sacerdotes, se siente un poco sacristán de adjunto al Defensor del Pueblo?

-Dicen de broma que hay que pasar por el seminario. Yo en todo caso soy un poco budista, taoísta y marxista-leninista, más de Lennon que de Lenin. Y libertario.

-¿Volvió a juntar a veinte mil personas en un acto público?

-La política tiene más aristas, es más farragosa. Cuando entré en el Ayuntamiento procuré no romper los puentes personales, por eso Maeztu siempre me manda a hablar con Soledad Becerril.

-¿Vivió el mayo francés en Sevilla?

-Los periodistas nos compararon con Cohn-Bendit. Me quedo con la frase de la sentencia de un juez: "La libertad es como el vapor, si se la presiona termina explotando".

-¿Sigue con la música?

-He tocado la guitarra en La Caja Negra con versiones de Bruce Springteen. Mi hermano Juanjo ha acompañado a los más grandes, de Silvio a Pata Negra, Manolo es batería de Los Reincidentes.

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