tribuna de opinión

La Delimitación de Espacios y Usos Portuarios ¿Una oportunidad perdida?

  • Los autores critican el planteamiento del Puerto para ordenar sus suelos

La  Delimitación de Espacios y Usos Portuarios ¿Una oportunidad perdida?

La Delimitación de Espacios y Usos Portuarios ¿Una oportunidad perdida?

La Autoridad Portuaria de Sevilla ha sometido a información pública la propuesta para la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), que sustituirá al documento aprobado en 1989, previo a la Expo 92 y necesitado de una revisión profunda. La DEUP debe responder tanto a la transformación del Puerto con la nueva esclusa y el progresivo traslado de su actividad hacia el sur, como a la demanda de la ciudad sobre este territorio de gran valor. En este último aspecto, las determinaciones de la propuesta, en nuestra opinión, se quedan cortas.

La DEUP destina el 93,5% de las áreas de servicio del Puerto a fines portuarios: muelles de atraque, terminales marítimas, actividad logística e industrial y prácticas náutico-deportivas. El 6,5% restante (61,7 hectáreas) se destina a la integración del puerto en la ciudad, con el desarrollo de actividades no propiamente portuarias, incluido el tráfico de cruceros y de embarcaciones deportivas y turísticas. Esas cifras no responden a las expectativas ciudadanas ni al objetivo estratégico del PGOU y del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla de configurar un corredor en la ribera del Guadalquivir que relacione todo el frente urbano norte-sur con el sistema de espacios libres de la ciudad, desde el Parque del Alamillo hasta el del Guadaíra.

El documento propone nuevas zonas para la interacción del puerto y la ciudad, además de las actuales de los muelles de Las Delicias y Nueva York: la zona norte del Muelle de Tablada, la denominada Mirador de Batán a continuación del citado muelle y la Cabecera del Puerto, donde el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria han suscrito un convenio para nuevos desarrollos comerciales y terciarios. Nos preocupa que los usos previstos en la DEUP para la interacción puerto-ciudad estén exclusivamente relacionados con actividades lucrativas: "Equipamientos culturales, recreativos, certámenes feriales, exposiciones y otras actividades comerciales no estrictamente portuarias". No se citan otras posibles actividades no lucrativas como espacios libres, paseos, parque o miradores. Aparentemente se opta por la cesión a terceros mediante concesiones, lo que supone de facto la privatización de un espacio público con intención recaudatoria o de evitar nuevas cargas al presupuesto portuario. Esta lógica mercantilista debe ser superada, en esta DEUP y en la planificación estratégica que la Autoridad Portuaria está desarrollando para sustituir al Plan Estratégico 2020. Hablamos de un recurso de gran valor territorial y paisajístico, un territorio de oportunidad para implementar actuaciones no necesariamente duras ni mercantilmente viables. La adecuación de la ribera de la Ría por el puerto de Huelva o el Palmeral de las Sorpresas por el de Málaga son ejemplos de buenas prácticas, que podrían servir de inspiración para Sevilla.

Las alegaciones recientemente presentadas por nuestra Asociación inciden en que la DEUP debe perseguir como objetivo prioritario la interconexión entre los espacios previstos para la interacción puerto-ciudad en el muelle de Tablada y en el Mirador del Batán. El muelle de Tablada constituye una pieza clave en el sistema de espacios libres de la ciudad, al relacionar al conjunto de zonas verdes que de norte a sur recorren la ciudad. Para ello hay varias opciones; todas deben contemplar un carril peatonal y ciclista compatible con el uso comercial del muelle y que funcione como camino fluvial. Se debería destinar también a la integración puerto-ciudad la mayor parte del espacio portuario Tablada Sur y en todo caso, asegurar la conectividad entre ese espacio y el Mirador del Batán.

Por otro lado, se debería aprovechar la existencia del Parque del Guadaíra, contiguo al puerto, para integrar en él el espacio del Mirador y poner en valor el puente Alfonso XIII, abandonado y expoliado.

Por último nos alarman las desafectaciones propuestas en la DEUP, que condicionan el futuro de numerosos terrenos e instalaciones pertenecientes al dominio público portuario; entre ellos pantalanes y rampas deportivas así como de la zona de servicios de aguas más arriba del puente de San Telmo.

No se justifica suficientemente estas propuestas ni se aclara el alcance de estas medidas que desamparan a numerosas instalaciones, muchas de ellas recientemente construidas. Lo mismo sucede con el futuro uso de la lámina de agua que ahora pierde la condición de zona de servicio en una parte muy importante del cauce urbano, muy utilizada por embarcaciones turísticas, de recreo y deportivas, cuya coexistencia ahora se desconoce cómo va a ser regulada.

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