Las asociaciones Despierta y Voceando por ti, Sevilla han denunciado ante el Juzgado de Guardia que el debate que organizaron en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla fue reventado por un centenar de jóvenes, en lo que consideran una incitación al odio y a la violencia.

La Universidad de Sevilla ha emitido un comunicado en el que, aún desvinculándose de la organización del acto, afirma que la actitud de los saboteadores va en "contra de lo que por esencia define el espíritu universitario: la libertad de pensamiento, el debate de ideas y la tolerancia" y muestra su "rechazo a la actitud de aquellos que consideran, a partir de sus planteamientos y doctrinas dogmáticas, que la única razón es la suya y el único debate el que ellos propongan".

Los jóvenes reventaron el acto nada más comenzar éste, interrumpiendo a Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla, que intervenía como presentador.

Los saboteadores gritaron, entre otras consignas, "Hay que quemar la Conferencia Episcopal", "Sacad los rosarios de nuestros ovarios", "Fuera machistas de la universidad" y "Vox, fascistas, estáis en nuestra lista", en alusión a la Alicia Rubio, miembro de este partido y que presentaba en el debate su libro "Cuando nos prohibieron ser mujeres y os persiguieron por ser hombres", crítico con la denominada ideología de género.

El debate estaba convocado con el epígrafe Ideología de género: ¿liberación o imposición? y habían sido invitados PSOE y PP, que aunque inicialmente confirmaron su asistencia luego no comparecieron, Ciudadanos, representado por Diego de los Santos, y Vox, por la propia Alicia, y el periodista Carlos Morillas.

Podemos, que había sido invitado, rehusó participar desde un primer momento y entre el miércoles y el jueves emitió dos comunicados, dos exigiendo a las autoridades académicas que prohibieran el debate, por considerar "neofascistas" a los miembros de Vox.

Durante la bronca, los organizadores del debate invitaron a subir al estrado, sentarse en la mesa y hacer uso de los micrófonos a dos de los participantes en la protesta, que finalmente no hicieron uso de la palabra mientras que sus compañeros gritaban "no debatimos con fascistas".

La Policía, según los organizadores del debate no actuó en la Facultad de Derecho porque las autoridades universitarias no lo consintieron.