Seis asociaciones ciudadanas y otros tantos particulares denunciaron el pasado viernes ante el Ministerio de Cultura la construcción de la Torre Cajasol por "expolio del patrimonio histórico de Sevilla y, en concreto, del paisaje histórico de la ciudad".

Según los denunciantes, entre los que se encuentran el arquitecto Fernando Mendoza y el antropólogo Isidoro Moreno, la construcción de un rascacielos en el extremo sur de la isla de la Cartuja diseñado por César Pelli supone un "expolio de los valores paisajísticos y culturales de los conjuntos urbanos de Sevilla y Triana, del conjunto histórico de la Cartuja y de muchos otros monumentos y bienes de interés cultural de la ciudad".

Los firmantes de la denuncia califican de "desproporcionado" este edificio de 178 metros de altura y avisan de que "supondrá un cambio irreversible en la lectura del valle del río y su relación con la ciudad histórica". Para éstos, el daño de la torre irá más allá del impacto sobre los monumentos Patrimonio Mundial.

Los conservacionistas ponen como ejemplo la reciente paralización por parte del Tribunal Constitucional de la demolición del barrio valenciano del Cabanyal, "basándose precisamente en esta figura jurídica del expolio".