Sevilla se ha levantado este sábdo preparándose para recibir al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sin saber muchos sevillanos que durante la madrugada la visita quedó cancelada, lo que ha sido recibido con desilusión por unos y algo de alivio por otros. 

La cancelación ha cogido a contrapié a muchos sevillanos, incluso a los integrantes del dispositivo de seguridad organizado en una ciudad plagada de carteles provisionales para prohibir el aparcamiento en su zona centro hasta el domingo por la tarde, carteles que seguían colocados hasta el mediodía, lo que provocaba cierta confusión en el tráfico. 

La suspensión de la visita era el tema de conversación en cualquier lugar de la ciudad, aunque muchas personas mostraban su incredulidad ante la noticia de que Obama no acuda a la ciudad, sobre todo porque no entienden que sí mantenga su agenda en Madrid y Cádiz. "Es una pena que no haya venido porque para una ciudad como Sevilla viene muy bien que haya su presencia aquí", explicaba un turista vasco que esta mañana paseaba cerca de la catedral de Sevilla, vaciada de la gran cantidad de policías e integrantes de dispositivos de seguridad que lo han copado en los últimos días. 

En el lado contrario, Antonio Garrido, un cochero de los que se ganan la vida paseando a turistas con su coche de caballos, señalaba que "les viene de lujo porque estábamos limitados ya que a las cuatro de la tarde nos echaban, y ahora podemos trabajar todo el día". 

Quien sí parecía intuir que la suspensión se podría producir era la empresa que gestiona el catering del Alcázar de Sevilla, Casa Robles, punto central de la visita de Obama en la mañana del domingo, ya que la empresa aseguró a Efe en la tarde de ayer que aún no tenían encargo para el "aperitivo o almuerzo" del domingo, pero estaban "preparados para actuar en cuanto les llamaran". Esa llamada no se llegó a producir, de modo que no ha habido que organizar nada, aunque sí hay otras ramas de la hostelería "afectadas" por la suspensión, además de las cancelaciones hoteleras. 

El Real Alcázar de Sevilla, que iba a permanecer cerrado el fin de semana, ha comenzado la venta online de entradas. 

Por su parte, la heladería La Fiorentina de la calle Zaragoza de Sevilla mantiene su "hamburguesa helada" para conmemorar la visita, igual que el bar 'Casa Chico' de Gerena, a 20 kilómetros de la capital sevillana, mantiene su oferta de hamburguesas gratis para aquella persona que demuestre con una foto o un pasaporte sellado que ha estado alguna vez en Estados Unidos. 

El trabajo que va a lucir es el de los jardineros del Ayuntamiento de Sevilla, que han trabajado estos días en zonas como el Prado, la fuente de la Pasarela, la zona de Puerta Jerez y la Plaza del Triunfo, con el fin de decorar de flores algunos parterres, así como realizar recorte de setos, siega de praderas de césped, limpieza de rastrojos e hierbas y remangueo de árboles, todo para que la zona por donde tenía que pasar Obama luciese para la ocasión. 

Para los amantes de la botánica, Angelonia angustifolia, Cantabria indica y Canna indica son los nombres científicos de las flores plantadas y cuidadas para la ocasión, aunque Obama se ha quedado sin verlas, igual que el resto de monumentos de la ciudad preparados para una apretada agenda que, finalmente, no se ha llevado a cabo.