TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

Sevilla

Desvalijan una óptica en el Cerro por cuarta vez en apenas dos años

  • Los ladrones empotraron un coche robado contra un escaparate para llevarse el género

Una situación desesperante. Una óptica en la calle Afán de Ribera, artería principal del Cerro de Águila, sufrió en la madrugada de ayer el cuarto robo en apenas dos años. Los ladrones emplearon el método del alunizaje, destrozando uno de los escaparates, para llevarse todo un expositor con gafas de sol de primeras marcas y otros productos del almacén. El estruendo del violento choque alertó a los vecinos, que sólo pudieron increpar desde sus ventanas a los ladrones, que iban encapuchados, mientras entraban y salían del local. Se da la circunstancia de que la óptica asaltada se encuentra frente a una farmacia que también fue saqueada cinco veces en apenas un mes el año pasado. Los comerciantes claman para tener más seguridad y advierten de la oleada de robos que sufre la zona.

Los vecinos del Cerro que paseaban ayer por la mañana por Afán de Ribera se detenían ante el destrozado escaparate de la óptica y daban ánimos a la propietaria que esperaba a la Policía Científica. El robo se produjo sobre las cuatro de la madrugada, como atestiguan los vecinos. Inmaculada, la dueña, recibió media hora más tarde la llamada de la central de alarmas. Cuando llegó, ya estaba allí la Policía: "La sensación de inseguridad es absoluta. Sientes una gran indefensión. Cada cinco o seis meses nos roban. Tenemos que hacer inventario para ver qué se han llevado, porque también entraron en el almacén. El mobiliario está roto y hay que mandar a arreglar los aparatos de óptica. Tardaremos varias semanas en recuperarnos".

En los robos anteriores, los ladrones rompieron los cristales, que son de máxima seguridad, con los imbornales de las alcantarilla. Esta vez, optaron por el alunizaje. El bolardo de hierro que protegía el cristal no fue obstáculo: "Según los vecinos era un coche negro que entró a toda velocidad marcha atrás y luego salió en dirección prohibida por José María de Pereda. Un vecino cogió la matrícula y la Policía ha comprobado que es robado".

Laura Cuesta, la dueña de la farmacia que hay justo frente a la óptica, sufrió el año pasado una oleada de robos similar. Su botica fue asaltada cinco veces en apenas un mes. Siempre entraron con el mismo método: rompiendo el cristal de máxima seguridad con un imbornal. Ella no duda de que es la misma persona, un residente que la Policía identificó gracias a las grabaciones de las cámaras de la farmacia y que regresó al barrio hace poco más un año tras salir de la cárcel: "Se está cargando todo el Cerro. La sensación de intranquilidad es insoportable. Todos los días nos acostamos pensando en lo que nos podemos encontrar".

Los residentes que pasan por la calle lamentan la falta de seguridad en la zona. Uno de ellos, que sale de la frutería, afirma sin rubor: "Un Francisco Franco es lo que hace falta".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios