Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre de 38 años de edad, identificado como J.F.D., por su presunta participación en un total de ocho delitos de robo con intimidación cometidos en farmacias y otros establecimientos comerciales de los barrios sevillanos de Torreblanca y Sevilla Este durante el pasado mes de diciembre.

El presunto autor de los atracos, que hacía un año que salió de prisión tras ser condenado por hechos similares, actuaba sin cubrir su rostro y con un arma blanca de grandes dimensiones para amenazar a sus víctimas, aunque en ocasiones también llegó a emplear un arma de fuego corta para el mismo fin.

En un comunicado, la Policía ha informado de que la investigación se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento a través de las denuncias interpuestas por los ciudadanos de un incremento inusual en el número de robos en farmacias y otros establecimientos comerciales que se estaban produciendo en Torreblanca y Sevilla Este.

Los robos, un total de ocho, fueron cometidos durante el pasado mes de diciembre, y el hecho de que estos se produjeran en una misma localización y que la forma en que se cometieron los atracos siguiera un patrón de actuación determinado hizo sospechar a los agentes que el autor o los autores fueran los mismos.

De esta forma, se puso en marcha en primer lugar un dispositivo policial preventivo en la zona para evitar la comisión de hechos similares con especial incidencia en farmacias y establecimientos comerciales, al mismo tiempo que se iniciaba la investigación a fin de identificar, localizar y detener al autor de los robos.

Durante las primeras diligencias, consistentes en el análisis de la información aportada por las víctimas, los testigos y las imágenes de las cámaras de seguridad, los agentes consiguieron identificar a un hombre de unos 40 años y con domicilio en el mismo barrio donde se habían cometido los robos como autor de los mismos.

Esta persona actuaba a cara descubierta o parcialmente tapada con una prenda de abrigo y empleando un arma blanca de grandes dimensiones para amedrentar a sus víctimas, llegando incluso a utilizar un arma de fuego corta en ocasiones para el mismo fin y conseguir llevarse la recaudación de los establecimientos que atracaba, la mayoría de ellos farmacias. 

Una vez identificado y localizado, se puso en marcha un dispositivo policial para proceder a su detención, la cual se produjo en la vía pública cuando el sospechoso salía de su domicilio, donde, tras el oportuno registro judicial, se encontraron diversas pruebas que implicaban al detenido directamente en los robos cometidos.

La investigación aún continúa abierta a fin de esclarecer el número de robos cometidos -de momento solo se le imputan tres hechos, aunque podría haber participado en otros cinco más deducido del modus operandi empleado, la zona de actuación del delincuente y las declaraciones de los testigos- y descartar la participación de otras personas en los robos.