El juez de Guardia envió en la noche de este domingo a prisión al conductor ebrio que atropelló a dos personas la noche del sábado en Sevilla Este. Las víctimas del atropello son padre e hijo, de 59 y 38 años de edad, y permanecen hospitalizados en estado grave. A cada uno de ellos les han tenido que amputar un pie. El padre se encuentra en estado crítico en el Hospital Virgen del Rocío y se teme por su vida. El hijo permanece ingresado en la UCI del Macarena. Ambos fueron atendidos en un primer momento por el servicio de emergencias sanitarias del 061.

El conductor, de 25 años y enfermero de profesión, fue detenido por la Policía Local minutos después de que se diera a la fuga tras el accidente. El suceso ocurrió sobre las once y veinte de la noche del sábado en la calle Cueva de Menga, muy cerca del Palacio de Exposiciones y Congresos, en Sevilla Este. El joven había estado toda la tarde de copas y regresaba a su casa con su coche. Cuando estaba a punto de llegar a su destino, perdió el control del vehículo, cruzó una isleta, colisionó contra otro turismo que se encontraba estacionado y se subió a la acera, atropellando a los dos peatones, también vecinos de la zona, que pasaban en ese momento por allí.

Tras el accidente, el joven salió del coche y se marchó a pie hasta su casa, donde fue localizado minutos después por la Policía Local de Sevilla. Los agentes lo sometieron a la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado positivo por el triple de la tasa permitida, que es de 25 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. En ese momento quedó detenido.

El joven fue puesto a disposición judicial a última hora de la tarde del domingo. El juez de Guardia decretó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza y en principio se les imputan dos delitos: el de lesiones agravadas por imprudencia y el de contra la seguridad vial por conducir bajo los efectos del alcohol. En un primer momento no se le ha imputado el de omisión del deber de socorro, cargo que podría añadirse en los próximos días cuando el juez disponga de toda la información recabada por los investigadores.

La Policía Local mantiene abierta una investigación para esclarecer las causas del accidente. Según las primeras hipótesis, todo apunta a que el conductor perdió el control del coche por un exceso de velocidad. Los policías interrogaron a varios testigos, que aseguraron que el conductor se dio a la fuga a pie dejando el vehículo abandonado en el lugar de los hechos y a los dos peatones malheridos. El que peor parte se llevó es el padre, que permanecía a la hora de cierre de esta edición entre la vida y la muerte.

En los últimos días se ha dado una sucesión de accidentes con fuga inédita en la historia reciente de Sevilla, con hasta cinco casos en un periodo de tiempo muy corto. En los cinco casos, la Policía Local ha logrado localizar a los presuntos autores. El concejal delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera, destacó la actuación de los agentes de la Policía Local. "La colaboración ciudadana, unida a la rápida actuación de los agentes, ha permitido la localización del presunto autor de los hechos en cuestión de minutos cerca del lugar", destacó el delegado, en referencia al último caso de Sevilla Este. Cabrera añadió que esta circunstancia "permitió practicar las oportunas pruebas de alcoholemia".

El presunto autor de este atropello abandonó a las víctimas en la calzada, al igual que sucedía el pasado viernes en la avenida Luis de Morales, donde otro conductor atropellaba a un varón, que también sufrió la amputación de un pie tras el accidente. El conductor y sus acompañantes abandonaron el lugar de los hechos y la actuación de la Policía Local, "en colaboración con la Guardia Civil, permitió su localización en el Aljarafe", donde fue detenido.

Hechos similares sucedían también en la mañana del pasado viernes, cuando presuntamente una conductora implicada en un accidente en la calle Tarso de Sevilla abandonaba el lugar de los hechos porque tenía el permiso de conducir retirado. También en la mañana del viernes, un conductor acabó empotrado contra una valla de la SE-30.

En el marco de ese suceso, se dirigía a esta salida tras embestir a un turismo estacionado en la avenida de Montesierra, por lo que fue identificado por la Policía Local, que le practicó las correspondientes pruebas de alcoholemia en las que dio positivo. Por último, el sábado, otro turismo colisionó con un semáforo abatiéndolo y abandonando el lugar, siendo localizado posteriormente por los agentes.