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Familia y amigos: El mejor portal de empleo

  • Cuatro de cada diez jóvenes encuentran un trabajo a través de sus contactos personales

  • En mayo, 5.500 sevillanos menores de 25 años se registraron en el paro

Familia y amigos El mejor portal de empleo

Familia y amigos El mejor portal de empleo / rosell

En un mundo dominado por las nuevas tecnologías, lo más eficaz para conseguir un trabajo son las recomendaciones personales. Cuatro de cada diez jóvenes encontraron empleo en 2016 a través de los contactos de amigos y familiares, según pone de manifiesto el estudio Los jóvenes en el mercado laboral, publicado recientemente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y elaborado en base a los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

El segundo método, a gran distancia, es otra fórmula tradicional, la solicitud directa al empresario, currículum en mano, sistema utilizado por casi el 22% de los jóvenes asalariados españoles de 16 a 34 años; y, en tercer lugar, los anuncios en los medios de comunicación, incluido internet, que utilizaron el pasado año casi el 10% de los encuestados.

Las oficinas de empleo de Amate y Este son las que más jóvenes en paro registran de Sevilla

La tasa de empleo entre los menores de 25 años en Andalucía es del 15,66% (dato del primer trimestre de 2017), cinco puntos por debajo de la media nacional, mientras que la tasa de paro continúa estando por encima del 54%, que son más de 13 puntos porcentuales por encima de la media nacional (41,6%). Se trata de la comunidad con la tasa de desempleo más alta tras Ceuta y Melilla. No obstante, a pesar de estas cifras tan altas, hace tres años, la tasa de paro entre los jóvenes rozaba el 63%, según datos de la EPA.

"No vemos solución a este problema en un futuro próximo", comenta Sara de los Reyes, secretaria de Juventud y Mujer de CCOO Sevilla. "A los diferentes gobiernos se les llena la boca hablando de políticas de empleo pero éstas brillan por su ausencia y el Gobierno no pone en marcha ninguna solución adecuada".

Según los últimos datos de los que dispone CCOO, la tasa de desempleo en la provincia de Sevilla entre los menores de 25 años es del 31,07%, "10 puntos por encima de la media del resto de los grupos de edades", señala Sara de los Reyes. En Sevilla capital, 5.460 personas menores de 25 años se registraron el pasado mes de mayo en una de las ocho oficinas de empleo de la ciudad, según datos de SEPE facilitados por el Ayuntamiento de Sevilla. La oficina de Amate fue la que más jóvenes en paro registró (1.186), seguida de la sucursal Sevilla-Este (1.024), mientras que en la oficina del Centro sólo se apuntaron 238.

"Dicen que estamos saliendo de la crisis, pero el paro no termina de bajar", apunta Sara de los Reyes. "Las estadísticas del número de contratos realizados son un engaño, porque muchos son temporales. Si a una persona le hacen tres contratos en un mes, en las estadísticas aparecen como tres contratos distintos pero esto no significa que tres personas hayan encontrado trabajo", aclara la sindicalista. "Esto es muy común entre la gente joven".

Los empresarios valoran más la honestidad y el compromiso ético de los recién titulados

En 2016, en la provincia de Sevilla se firmaron 1.028.121 contratos, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA). De este total, sólo 155.274 correspondieron a menores de 25 años, lo que equivale al 15% del total. Y, la gran mayoría de ellos, el 70,6%, fueron en el sector servicios.

"La gente joven es la que más usa los métodos digitales, como las plataformas web para buscar empleo, pero la demanda es tan grande y la oferta tan escasa que se hace necesario acudir a los métodos tradicionales, como los contactos personales, amigos y familiares", explica Sara de los Reyes. "Cuando uno presenta una solicitud de trabajo en webs como Infojobs donde hay 2.000 solicitudes para 15 puestos y al día siguiente ya te han descartado sin que te hayan dado la oportunidad de conocerte, sientes una impotencia muy grande y un menosprecio hacia tu validez", comenta. Esto lleva a muchos jóvenes, la mayoría sin experiencia, a acudir a los contactos personales. "De este modo hay alguien que lo respalda y lo recomienda", informa la sindicalista, que reconoce que desde CCOO hacen hincapié especialmente en las pequeñas y medianas empresas para que eviten los enchufes y valoren más el conocimiento y la experiencia, ya que las familias que no se mueven en determinados ámbitos carecen de contactos y son "discriminadas".

Más habilidades

Para Francisco Ferraro, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla, los jóvenes dan mayor importancia al título, "cuando lo importante es tener capacidades, habilidades, experiencia, disciplina, ser responsable, tener conocimientos de idioma, predisposición y ser proactivos", entre otros aspectos. Para este profesor jubilado, esta titulitis y falta de capacidades es una de las causas de la alta tasa de paro, junto a la escasez de oferta y la falta de empresas.

Según el III Ranking Universidad-Empresa, estudio presentado recientemente por la Fundación Everis, las competencias que más valoran los empresarios españoles a la hora de contratar son la honestidad y el compromiso ético, seguido de la capacidad de aprendizaje, la adaptación de los jóvenes al cambio y el trabajo en equipo.

Resulta llamativo que la competencia menos relevante para los encargados de la contratación, la habilidad para trabajar en entornos multiculturales y multidisciplinares, sea la mejor satisfecha por los recién titulados, según el informe de Everis, con una muestra de más de 3.500 empresas privadas, 385 de ellos andaluzas.

El economista sevillano destaca como otra causa del alto paro entre los jóvenes la falta de políticas activas de empleo efectivas. "Las políticas aplicadas se han concentrado en el subsidio, lo que es pan para hoy y hambre para mañana", puntualiza Ferraro, que apuesta por menos acciones que fomenten el empleo público, ya que la mayoría son contratos temporales ("cuestan mucho dinero y son poco efectivas"), y más por políticas de empleo de formación vinculadas al tejido productivo en colaboración con las empresas.

Según el estudio Los jóvenes en el mercado laboral, publicado el 9 de junio por el INE, más del 20% de los jóvenes andaluces de entre 16 y 34 años realizaron algún trabajo remunerado mientras cursaban estudios superiores, lo que supone 5 puntos porcentuales por debajo de la media nacional. De este total, más de la mitad, el 52,6%, la experiencia laboral no formaba parte de su plan de estudios.

Ferraro hace hincapié también en la deficiente cualificación de aquellos jóvenes que dejaron de estudiar, muchos de ellos a los 16 años, para trabajar en el sector de la construcción y que ahora son "difíciles de reintegrar en el mercado laboral a no ser que vuelvan a la construcción". "En muchos casos, su formación es mínima", apunta Ferraro.

El informe delINE pone de manifiesto que el 58% de los españoles entre 16 y 34 años que no tenían en 2016 estudios superiores no continuaron su formación porque querían trabajar. El segundo motivo fue que los estudios no satisfacían sus necesidades e intereses (11%), y un 6% lo hizo por motivos familiares.

Para el antiguo profesor de la Hispalense también resulta esencial una regulación del mercado de trabajo "más flexible" para disminuir el desempleo. "Muchos economistas pensamos que es fundamental que no se discriminen los contratos en función del tiempo, sino que exista un solo tipo de empleo, el indefinido", señala. "La reforma laboral de 2012 fue flexible pero no suficiente", admite.

Emigración

Más de 56.800 personas emigraron de la provincia de Sevilla el año 2015, último dato disponible en el IECA. Por quinto año consecutivo, los que se fueron superaron a los llegaron. En el año 2012 fue la primera vez que se apreció este cambio de tendencia, cuando los emigrantes superaron a los inmigrantes. La mayor diferencia se produjo en el año 2013, cuando se marcharon de la provincia 54.602 sevillanos frente a los 51.969 personas que se instalaron en Sevilla, 2.633 emigrantes más.

Por grupo de edad, en 2015 emigraron 21.874 jóvenes sevillanos de entre 16 y 34 años. Fue el colectivo de entre 30 y 34 años el más voluminoso (8.293 personas), seguido del grupo de edad de 25 a 29 años (7.320). Según datos del IECA, entre 2008 y 2015, han emigrado cerca de 182.000 sevillanos de entre 16 y 34 años. "Es vergonzoso que estemos formando a la gente y que luego ese conocimiento no se transforme en riqueza para el país, ya que se van y aplican sus conocimientos fuera", señala Sara de los Reyes, secretaria de Juventud y Mujer de CCOO Sevilla.

El informe del INE señala que más del 48% de los andaluces de entre 16 y 34 años no ocupados estarían dispuestos a cambiar de residencia con el fin de conseguir un empleo pero sólo el 12% de los andaluces de este grupo de edad que encontraron trabajo el pasado año cambiaron de domicilio. "Andalucía es la comunidad española con mayor población y, sin embargo, los andaluces sólo representan entre un 8% y un 9% de la colonia española que trabaja en Londres", matiza el economista Francisco Ferraro. "¿Por qué no se van si aquí no hay trabajo? Porque están poco preparados; un título no es suficiente, hay que tener otras habilidades; hay poca ambición; en casa los ayudan y están cómodos y aquí hay poca conciencia de emigrante", concluye Ferraro.

MIENTRAS declaraba como testigo de la Gürtel en Madrid, la nueva cúpula del partido en Sevilla ejecutaba con mano dura y guante de seda la enésima maniobra por la que Javier Arenas se hace omnipresente en el PP sevillano: la sustitución de Alberto Díaz como portavoz del grupo municipal por Beltrán Pérez. El sillón de jefe de la oposición es el alba con la que se cubre al llamado a ser revestido con la estola de candidato a la Alcaldía. Arenas autorizaba desde Madrid un golpe de mano que, nunca se olvide, ha estado ejecutado e impulsado en Sevilla por Virginia Pérez, la figura incontrolable que ha tambaleado hasta convertir en virutas las frágiles patas de la mesa camilla en la que se han cocido las decisiones del partido en los últimos quince años: Juan Ignacio Zoido, Juan Bueno, Ricardo Tarno y José Luis Sanz. Arenas los ha vencido a todos a base de comérselos, como un Saturno que devora a sus hijos por temor a perder el trono. Se ha hecho con la influencia máxima en el aparato local gracias a unos discípulos leales que reconocen su magisterio, con algunas incorporaciones de nuevo cuño como la de la propia Virginia Pérez. Si algo ha sabido en la vida este Saturno disfrazado de lince andaluz es interpretar los cambios políticos cinco minutos antes que los demás. Por eso sobrevivió a Óscar Alzaga, Fraga y Aznar. Apostó por Rajoy en 2004 cuando todos parecían dejarle tirado en el congreso de Valencia. Y acertó. Siempre ha acertado en las guerras internas, lo que escuece hasta la pataleta a sus propios hijos políticos.

Sobrevivió también a la creación de sus propias figuras políticas de cierta proyección (Luis Miguel Martín Rubio) y de incontestable trayectoria (Juan Ignacio Zoido) y también a las que no controlaba directamente pero operaban con fuerza en sus dominios (Soledad Becerril, Teófila Martínez). A la sagacidad y capacidad de análisis de Arenas hay que sumar su pequeña cuota de riesgo: en algunas ocasiones se la ha jugado, como en la citada de Valencia en 2004. En política hay que arriesgar en alguna ocasión para alcanzar alguna meta. Que se lo digan al socialista Gómez de Celis, que la primera vez que ha apostado en serio por un objetivo -al margen del carril acomodaticio del partido- ha salido triunfante. Sólo las especies que se adaptan sobreviven en la selva de la política actual.

Saturno devoró a sus hijos para cumplir la condición impuesta por su hermano Titán si quería reinar en su lugar. Arenas alcanza ya el grado de deidad en este PP en minoría en España, ansioso en Andalucía y tratando de despertar del coma tras la pérdida de la Alcaldía en Sevilla. Sobrevive a todos los líderes nacionales, regionales y locales. Cierra el Espigón, Arenas sigue. Cambia de dueño Antares, Arenas sigue. Cambian los hermanos mayores de la Macarena, Arenas sigue. Controla a buena parte de sus hijos políticos y tiene ya hasta nietos que aprenden de su estilo. Es un mito al que han querido derribar varias veces, pero aún no ha salido el Júpiter que acabe con su influencia. Porque lo que se juega Arenas a estas alturas del partido no es ya ser ministro o alcalde, sino influir en quien desde Andalucía pretenda pintar algo en cualquier orden del PP. Arenas no está para presidir consejos de Emasesa, ni soportar encierros eventuales de despedidos de Lipasam, tras haber volado en el Falcon de los vicepresidentes del Gobierno, haber pasado fines de semana en las fincas del Estado de Doñana o Quintos de Mora, o haber sido recibido por el Papa en el Vaticano. Uno de los problemas de Arenas es que le tiene miedo reverencial a Sevilla: siempre de su casa al AVE sin pasar por la calle Sierpes.

En Andalucía tiene a Antonio Sanz, delegado del Gobierno. En Sevilla, el doble tentáculo de los Pérez: Virginia y Beltrán. Declarando en la Gürtel cambió al jefe de la oposición: quitó a un hombre al que conoce sobradamente, Alberto Díaz, del bando perdedor en el congreso provincial, para colocar a Beltrán Pérez, del bando ganador. Sustituyó nada menos que al que fue jefe de gabinete de Zoido en la Alcaldía, todo un símbolo. Díaz, por cierto, no ha podido sufrir una coyuntura más adversa como portavoz y, al menos, ha salido del entuerto con una elegancia unánimemente elogiada.

Mientras Rajoy siga en Madrid y Moreno Bonilla no crezca políticamente, Arenas seguirá siendo fuerte en Génova, con crédito entre algunos de los periodistas más influyentes de la corte, y continuará ostentando la marca andaluza del PP en la capital de España. A los hijos rebeldes del líder natural de la derecha andaluza sólo les queda -otra vez- esperar confinados en sus respectivos destinos tras haber intentado su derribo. No sería extraño que trate de recuperar a alguno de sus cachorros rebeldes -ya talluditos- cual Maquiavelo que quiera provocar divisiones incluso en el bando derrotado.

Saturno se comió a los hijos cuando ya tenía las sienes encanecidas. El pasado domingo denunció en estas páginas el veterano Juan Manuel Albendea que "está de moda meterse con Arenas". No, don Juan Manuel, lo que ocurre es que es Arenas quien no deja de estar de moda. Y es Arenas el que no perdona lo que entiende como deslealtades: que algunos no recuerden que han sido lo que han sido por su dedo. Arenas va a durar más que Villar en la Federación Española de Fútbol, Gallardo en el Colegio de Abogados o Cañete en Aprocom. Es la fuerza del mito. Un Saturno de perseverancia voraz.

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