Sevilla

La Fiscalía mantiene la petición por un crimen en Los Pajaritos

  • La defensa solicita la absolución al alegar una circunstancia eximente de trastorno mental.

La Fiscalía de Sevilla mantuvo ayer su petición de diez años de internamiento para Francisco Javier B.C., el joven que presuntamente asesinó en abril de 2010 al compañero sentimental de su madre, Paul G. V., de nacionalidad rumana y 41 años, en el barrio sevillano de Los Pajaritos.

La defensa del imputado pidió su absolución al alegar la circunstancia eximente completa por problemas mentales, aunque estaría de acuerdo con un internamiento temporal en un centro psiquiátrico, pero no como una condena, sino como medida de ayuda hacia el acusado, informa Europa Press. El juicio con jurado popular se celebró en la Audiencia Provincial, y en él comparecieron tanto los agentes de la Policía Nacional que intervinieron directamente en el caso, como los médicos forenses que llevaron a cabo la autopsia y también los responsables del análisis toxicológico realizado a la víctima.

Los familiares del acusado, en concreto su madre y su hermano, relataron su versión de los hechos ocurridos la noche del 29 de abril de 2010. Según ambas declaraciones, la relación que mantenían desde hace un año aproximadamente la madre del acusado y la víctima era muy conflictiva. Los malos tratos constantes y la ingesta habitual de alcohol por parte de la víctima hacían que el ambiente en el domicilio familiar fuera insostenible y que la convivencia normal se viera continuamente afectada por los altercados protagonizados entre el presunto asesino y la víctima.

La madre del acusado y pareja sentimental de la víctima reconoció durante el juicio que su pareja "humillaba e insultaba" constantemente a su hijo llamándolo "loco". "Muchas veces he intentado echarlo de casa", señaló la madre del acusado, "pero era imposible, siempre volvía". La gravedad de la situación era conocida por los otros dos hijos que, en ocasiones, acudían al domicilio familiar, situado en el número 33 de la calle Mirlo, y observaban las diversas marcas y moratones que su madre presentaba a causa del maltrato sufrido por parte de su pareja sentimental.

Los hechos tuvieron lugar la noche del 29 de abril de 2010 cuando Paul G. regresó al domicilio familiar en un estado de embriaguez severa y, tras una discusión con su pareja durante la que le propinó una bofetada, Francisco Javier se dirigió al dormitorio, en el que descansaba la víctima tumbada de lado sobre la cama y, con un cuchillo de 20 centímetros de hoja procedente de la cocina, le propinó, presuntamente, varias cuchilladas que acabaron causándole la muerte.

Tras cometer el crimen, Francisco Javier se lavó y esperó a la llegada de la Policía, a la que confesó los hechos de forma voluntaria. El acusado mantuvo desde el primer momento una actitud tranquila, según relataron los agentes de Policía que se hicieron cargo del caso. Varios agentes del Grupo de Homicidios y médicos forenses plantearon como hipótesis que a la víctima le pillara el ataque por sorpresa debido a su estado de embriaguez.

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