Los que viven y trabajan en la avenida del Greco, arteria fronteriza entre San Pablo y Nervión, despertaron el pasado viernes con vallas en su acceso desde Kansas City. Un cartel anuncia que esta avenida, una de las más transitadas, permanecerá cortada hasta el próximo mes de octubre, en el tramo que discurre entre Kansas City y la calle Tarso.

La anunciada remodelación del Greco parece que ha comenzado a germinar. "El proyecto lo han llamado el Bulevar Greco", comenta Francisco Rodríguez Ey, que vive en esta avenida desde hace más de cincuenta años. Mientras pasea de la mano de su yerno, Francisco Rodríguez comenta las molestias que espera de las obras... el polvo, el ruido, pero principalmente este hombre muestra inquietud por las dificultades que la remodelación supondrá para sus familiares. "No tengo coche, pero mis familiares tendrán problemas para aparcar. Además, veremos cómo entra polvo en nuestras casas para rato", explica este hombre que ha cumplido los 87 años.

Vecinos y trabajadores temen el polvo, el ruido y principalmente la falta de aparcamiento

A las dos de la tarde el trajín habitual de la avenida del Greco permanece suspendido en la jornada dominical. Varios vecinos que pasean por la avenida se llevan las manos a la cabeza al comprobar que la obra supone la supresión de zonas para el aparcamiento de vehículos. Es complicado encontrar plaza en el entorno, especialmente los días de partido en el pabellón de San Pablo o en el campo del Sevilla. "Son temores que tememos los vecinos, los mismos que tenían en San Jacinto cuando comenzó la peatonalización. En Triana la remodelación resultó ser un pelotazo. Aquí habrá que esperar cómo termina afectando", comenta Rafa, mientras acompaña a sus suegros, Paco y María, durante su habitual paseo por este entorno urbano.

Los vecinos habían reivindicado desde hace años mejoras en una zona de la ciudad cuya construcción ha cumplido ya más de medio siglo sin intervenciones de mejora de calado, hasta la fecha. "En San Pablo nos sentíamos abandonados, pero poco a poco parece que el Ayuntamiento ha comenzado a realizar mejoras, como la que se hizo recientemente en la calle Ada, y ahora aquí en El Greco. Hace mucha falta", comenta Manuela Rodríguez, residente en una calle cercana. Espacios libres de la zona, como la Plaza del Martinete, se han convertido en jardines de malas hierbas y jaramagos.

Entre la expectación y el escepticismo, vecinos y trabajadores esperan que la remodelación mejore la calidad de vida en este entorno urbano. "La acera se ha quedado pequeña para la gran cantidad de personas que deambulan de lunes a viernes. Desde que hicieron el carril bici en la propia acera hemos visto accidentes de ciclistas. Las bicis pasan a poca distancia de las puertas del supermercado, bares, comercios. Además hay muchas personas mayores que tienen que andar a paso lento o en silla de ruedas", explica Isabel Román. Edika Pérez, que trabaja en la avenida, teme los problemas para aparcar cada día; y para la carga y descarga.

Varios carteles apostados en el acceso al centro de salud del Greco informan de las mejoras previstas. Se transformará en "una avenida más verde con una nueva fila de árboles en el lado norte y nuevas plantaciones en la acera sur", anuncia el Ayuntamiento.

Junto a la hilera de árboles se construirá una plataforma peatonal con itinerarios más seguros para los viandantes con pasos peatonales al nivel del acerado en las tres intersecciones; y reducción de la velocidad de los vehículos. Se renovará el mobiliario urbano y se construirá un nuevo carril bici en el lado norte, que sustituirá al actual carril bici (ubicado en la acera sur) de modo que quedará más espacio libre para la zona comercial, que en la actualidad está saturada. Se espera la instalación de fuentes, nuevos juegos infantiles, y contenedores soterrados, entre otras mejoras.