Antiguos y valiosos manuscritos pasan cada día por las manos de Roberto Cid. Su trabajo en el Archivo Municipal de Sevilla le otorga el privilegio de analizar y custodiar en buen estado documentos sobre la ciudad de Sevilla y sus gentes desde el siglo XIII hasta la actualidad. Un trabajo que compagina con su faceta de profesor en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), en másteres y cursos de posgrado. Y, desde 2007, es presidente de la Asociación Andaluza de Profesionales de la Información y la Documentación, una organización creada en 1990 que agrupa a las personas que trabajan en archivos, bibliotecas y centros de documentación. "Mi principal cometido como presidente es dar a conocer la asociación y reivindicar el papel de los documentalistas en el mundo, reconocer su valor e importancia en el tratamiento y difusión de la información", explica Rafael Cid. "La sociedad no es consciente de lo que nosotros podemos aportar, pues custodiamos un gran patrimonio cultural". Rafael, que ha publicado varios artículos en revistas especializadas, especialmente sobre el desarrollo de las bibliotecas andaluzas, no sabe si se presentará de nuevo a las elecciones de 2011. "Dedicar tiempo a una asociación de este tipo no es fácil, además, hay que dejar espacio para las mentes nuevas y frescas."