La consejera para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, consideró "acertado", dentro de la "prudencia", el plan integral para la reinserción de las prostitutas que ultima el Consistorio de Sevilla, en el que participarán varias delegaciones municipales y una decena de asociaciones, así como también la posible implantación de multas de hasta 3.000 euros para los clientes que soliciten los servicios en plena calle.

Navarro aseguró ayer que este tipo de programas, puesto ya en marcha por otros consistorios del resto del país, "no son de efectividad al cien por cien", si bien aseguró que vería como "todo un éxito". Navarro se daría "por satisfecha" con que dicho plan lograse al menos que un número indeterminado de estas mujeres lograsen salir de esta situación de marginación, ya que, a su juicio, "esto es lo realmente importante, y no sólo presionar desde el ámbito policial para que el problema se traslade de un lugar a otro".

En esta línea, la consejera insistió en que dicho plan debe contener medidas encaminadas a la incorporación laboral y social de las mujeres que ejercen esta profesión y que, a su juicio, "están estigmatizadas de por vida y despreciadas por la sociedad en general". Asimismo, incidió en el hecho de que el 98 por ciento de estas mujeres son extranjeras, en situación irregular y en manos de mafias internacionales.

La titular andaluza aseguró que "ya ha llegado la hora de pararse a mirar la figura del que hace uso de la prostitución y de que veamos la cara de la otra moneda".