El Gobierno andaluz insiste en que el plan de reajuste de sus obras públicas no supone ningún retraso en la culminación de las que están en vigor ni tampoco en el inicio de las que están previstas. Se trata de una "reprogramación" del calendario marcado en su día, obligada por el marco actual dominado por la crisis económica y con el objetivo de contribuir a la reducción del déficit público, compromiso adquirido en su día por el jefe del Ejecutivo autonómico, José Antonio Griñán, con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

La consejera de Obras Públicas y Vivienda, Rosa Aguilar, hizo hincapié ayer, al presentar este plan de reprogramación tras la celebración del Consejo de Gobierno, que se "ha hecho un gran esfuerzo apretándonos el cinturón". Aguilar enumeró algunos de los pilares que soportan este plan, destacando de manera especial la colaboración público-privada coronada por el "diálogo" y el "consenso" con las empresas del sector. Esta sintonía, según la consejera, ha insuflado "oxígeno" al presupuesto de su departamento "y ha sido una pieza clave en el engranaje de la reprogramación" de las obras.

Este plan de reprogramaciones afecta a un total de 33 obras (15 iniciadas y 18 sin iniciar), con una inversión de 849 millones (316 y 533 millones respectivamente) y que, en ningún caso, supone "la rescisión de contratos ni la paralización de actuaciones". Un total de 15 obras, que afectan al 15,77% de los kilómetros en construcción, serán derivadas en el tiempo por un periodo medio de 6,7 meses. Del mismo modo, entre el último trimestre de 2010 y el primero de 2011 comenzarán un total de 18 obras de carreteras que están pendientes de inicio (el 13,29% de los kilómetros en ejecución).

Aguilar explicó que en materia de infraestructuras viarias, la Junta mantiene el ritmo de ejecución previsto en el 70,94% de los kilómetros en construcción, lo que se corresponde con 63 obras y una inversión de cerca de 684 millones. Si bien, en materia de ferrocarril, la Consejería mantiene el ritmo de ejecución previsto en casi el 80% de sus obras, que se corresponde con las grandes actuaciones metropolitanas como son las conexiones tranviarias con la Línea 1 del Metro de Sevilla, el tren de la Bahía de Cádiz, el Metro de Granada, el Metro de Málaga o el tranvía de Jaén.

Otras vigas que sostienen este replanteamiento de las obras públicas andaluzas hay que buscarlas, en palabras de Aguilar, en el hecho de que Andalucía es la comunidad menos endeudada de España y que ello le ha permitido acudir a esa colaboración público-privada para mantener un "fuerte ritmo inversor". La consejera puso además el énfasis en un trípode objetivos que guía los planes del Ejecutivo: no se rescinden contratos -exigencia de los constructores para dar su visto bueno a la colaboración que demanda la Junta-, no se paralizan obras y el empleo no resulta afectado.

Aguilar rechazó el término "retraso". Por eso el equipo que dirige ha preferido el de "reprogramación". Aguilar lo explicó así: "En el lenguaje coloquial, cuando se pronuncia y se oye la palabra retraso se interpreta como algo indefinido, que hace referencia a algo que no se sabe qué va pasar con ello, y se piensa que también puede ser algo que corre el peligro de que no va a terminarse. No es el caso. Con esta reprogramación se tiene la certeza de que la obra se va a hacer y se va a acabar".

El Ejecutivo autonómico está empeñado en difundir, pues, que la afección sobre las obras previstas "va a ser mínima". A ello se dedicó ayer, con toda la contundencia que pudo, la consejera, quien no dudó en defender de manera reiterada que los compromisos contraídos en todo el territorio andaluz se cumplirán. Este mensaje, que fue lanzado tras la celebración del Consejo de Gobierno que dio luz verde al plan del departamento de Aguilar, tiene su origen única y exclusivamente en el seno del Ejecutivo que preside Griñán y en ningún momento -recalcó la consejera- se ha consultado con los líderes provinciales del PSOE en la comunidad autónoma. En este sentido, la consejera informó de que de este plan de reprogramación se ha informado a quien era pertinente: en primer lugar al Consejo de Gobierno, que lo ha aprobado, y posteriormente a la sociedad andaluza a través de los medios de comunicación.

Aguilar también insistió en que la reprogramación de las obras de titularidad pública ha tenido muy en cuenta el futuro de esas inversiones, y fundamentó esta afirmación recalcando que en el compromiso del Gobierno en la lucha contra el déficit "se puede abordar perfectamente".