Desde 2011, el número de residentes de la provincia de Sevilla que han decidido marcharse a otros puntos del territorio español no ha bajado nunca de las 7.000 personas por semestre. Así, durante los primeros seis meses de 2017, 7.650 personas se marcharon de la provincia, casi un 6% más que en el mismo periodo de 2016 y más de un 20% por encima del dato registrado en 2008, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas.

La provincia de destino preferida por los sevillanos es Madrid. El 18% de los que hicieron las maletas en el primer semestre de 2017 acabaron en la capital del país. Le sigue en segundo lugar, aunque bastante lejos, Cádiz, además de las Islas Baleares, Huelva y Barcelona, en este orden.

El perfil de estos emigrantes es el de un hombre de entre 25 y 29 años. A diferencia de lo que sucede con la emigración al extranjero, donde la media de edad gira en torno a los 30 y 34 años, en el caso de la movilidad interna, la edad media baja hasta el rango de los 25 y 29 años, seguido por el grupo de edad de entre 20 y 24 años.

La provincia de Sevilla también recibe a personas de otros puntos españoles. En concreto, durante los seis primeros meses junio de este año, Sevilla recibió 6.127 inmigrantes procedentes de otras provincias españolas. Se trata de la cifra más baja desde que empezó la crisis. En el primer semestre de 2008, llegaron a Sevilla 8.618 personas, casi un 30% más que en el mismo periodo de 2017. Lo que significa que la inmigración interprovincial no consigue recuperarse.

La mayoría de estas personas proceden de otras provincias andaluzas, en concreto de Huelva y Cádiz. Ambas provincias representan el 13% del total de inmigrantes nacionales. A estos dos puntos, le siguen los habitantes de Madrid y Málaga.