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"¿Manuel tenía un hermano?"

  • Relatos. Deliciosa velada literaria con Alfonso Guerra en El Rinconcillo, donde presidió el jurado del premio de Relatos Cortos Ciudad de Sevilla

De izquierda a derecha, Cristina Martín, F. Correal, Isabel Ojeda, Daniel Pinilla, Chema García, Alfonso Guerra, Práxedes Sánchez Vicente, presidente del Mercantil, Antonio Muñoz, delegado de Cultura, Marta Carrasco, Amalia Bulnes y Carlos Vaquerizo. Faltaron José Guerrero 'Yuyu' y Jesús Vigorra.

De izquierda a derecha, Cristina Martín, F. Correal, Isabel Ojeda, Daniel Pinilla, Chema García, Alfonso Guerra, Práxedes Sánchez Vicente, presidente del Mercantil, Antonio Muñoz, delegado de Cultura, Marta Carrasco, Amalia Bulnes y Carlos Vaquerizo. Faltaron José Guerrero 'Yuyu' y Jesús Vigorra. / rosa moreno

Un homenaje a los escritores rusos es el hilo conductor de El camino de tierra, texto con el que Marta Marco Alario se ha proclamado ganadora del II Premio Internacional de Relatos Cortos Ciudad de Sevilla que convoca la editorial Samarcanda con el Círculo Mercantil e Industrial y el apoyo del Ayuntamiento. El accésit lo consiguió Daniel Aznar con El tesoro de Félix de Melgares, una historia de Patricia Highsmith ambientada en Heliópolis. Como en la primera ocasión, el jurado lo presidió el político y librero Alfonso Guerra.

Editorial Samarcanda publicará un libro con los quince relatos finalistas, entre los que figura Félix Valiente, autor de Hablarle a ella, que ganó la primera edición. Los presentes tuvimos el privilegio de asistir en El Rinconcillo a una lección magistral de Alfonso Guerra sobre su relación con los libros. Sugiere a quien sólo vaya a leerse uno que lo haga con El mundo de ayer, las Memorias de Stefan Zweig, recomendables para quienes no tengan claras las consecuencias de los dislates nacionalistas. Encontrará la visita del autor con Salvador Dalí a la casa londinense de Freud.

Hay dos libros del año en el podio de lector de Alfonso Guerra. En novela, es Patria, de Fernando Aramburu, preferencia que hacía pública un día después de un nuevo aniversario del asesinato por ETA del ex ministro socialista Ernest Lluch. En ensayo, no tiene ninguna duda. Fue al instituto de Alhaurín donde es profesora para conocer personalmente a Elvira Roca Barea, autora del libro Imperiofobia y leyenda negra, cuyo contenido ya se explica en la primera frase del prólogo de Arcadi Espada: "Sólo hay una leyenda negra y es la española".

A quien sólo vaya a leer un libro, Guerra le recomienda 'El mundo de ayer', de Zweig

Es un libro, dice Guerra, que debería ser de lectura obligada en los institutos. "En Alemania quemaron a 25 mujeres acusadas de ser brujas y en Suiza hay un monumento a Calvino, que ordenó quemarlas. En Francia, ardieron diez mil y en Inglaterra cinco mil. ¿Saben cuántas quemaron en España? Veintisiete". Otra leyenda negra que desmonta la profesora es la del expolio americano. "¿Cuántas universidades crearon los anglosajones en América? Cero. ¿Y los españoles? Doscientas. ¿Cuántos hospitales abrieron los anglosajones? Cero. ¿Y los españoles? Quinientos".

Aunque fue uno de los valedores del relato ganador, que hace guiños a Tolstoi y Dostoievski, para Guerra La Regenta de Clarín es la gran novela del siglo XIX. Ha empezado a leer otra gran novela, El domingo de las madres, de Graham Swift. Y celebra la reedición de El buen soldado, de Ford Maddox Ford. Política y literatura van unidas en su caso. Dice que se hizo socialista cuando muy joven leyó una referencia de Antonio Machado a Pablo Iglesias después de que el poeta lo oyera en un mitin en el Retiro: "La voz de Pablo Iglesias tenía para mí el timbre inconfundible de la verdad humana".

El relato ganador, 'El camino de tierra', es un homenaje a los escritores rusos

Fue titular muchos años de la librería Antonio Machado. Aportó una cita inédita cuando le presentó a Ian Gibson su libro sobre los Machado y fue testigo en Santander de la boutade de Jorge Luis Borges cuando le preguntaron por Antonio Machado: "¿Pero tuvo un hermano Manuel?". En el jurado hay un premio Adonais, Carlos Vaquerizo, que preguntó a Guerra por Luis Rosales. Lo compara con Leopoldo Panero, el padre de los desencantados de las películas de Jaime Camino y Ricardo Franco. En el trance de la maternidad, Amalia Bulnes reconoció en el ginecólogo a un poeta, Lutgardo García, finalista del Adonais y pregonero de la Semana Santa. Guerra, aparentemente ajeno a asuntos domésticos, sabe que el único Adonais que fue pregonero de la Semana Santa fue Joaquín Caro Romero.

En su etapa de vicepresidente del Gobierno, consiguió una administración de Lotería para la viuda de Miguel Hernández, Josefina Manresa, que regentó después la nuera del poeta. En 1986 mueren Borges y Ramón Carande, que se confesaba guerrista por amistad y afinidades. Como se carteaba con media España, Guerra lo nombró cartero honorario. En la calle O'Donnell le compró un juego de pipas. Con la solera de sus escritores favoritos, degustó las delicias de El Rinconcillo: espinacas con garbanzos, pavía de bacalao. Los clásicos.

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