Manuel Marchena, catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Sevilla, ha ingresado este domingo en la Academia Andaluza de Ciencia Regional como académico numerario en un solemne acto celebrado al mediodía en la Casa de los Pinelo. Durante un brillante discurso titulado ¿Cómo se comporta Andalucía en la Globalización del Siglo XXI?, Marchena ha ofrecido un profundo análisis sobre la posición de la comunidad autónoma en un proceso marcado por la ausencia de fronteras en las relaciones financieras y en el tráfico de mercancías. Comenzó sus cuarenta minutos de intervención recordando el papel periférico de Andalucía, pese a su ubicación geoestratégica privilegiada, como cruce de culturas, y pese a su riqueza natural y cultural. Pese a estas ventajas de su situación geográfica, “Andalucía es una comunidad autónoma retardatoria. Funciona bien cuando el ciclo económico es positivo; pero funciona peor que la media cuando el ciclo económico es negativo. Llegamos tarde a todo, desde el fracaso de la Revolución Industrial Inglesa”. A la pregunta ¿qué le falta a Andalucía?, Marchena se mostró muy claro: “Convendría mirar hacia dentro y desde dentro, sobre todo a las élites andaluzas”.

Ante una sala repleta, el catedrático insistió en que “nos falta inclusividad y competitividad, más tejido empresarial y con economías de escala”. Entre los peores indicadores: el desempleo de larga duración, el desempleo juvenil, el desempleo femenino y el desempleo en general. “Hemos ganado en competitividad a costa de un fenómeno perverso: a costa del aumento de la población desempleada. Producimos algo más con menos horas de salario pagadas y por un descenso de los salarios. Es una competitividad asiática periférica”, comentó. También se refirió al incremento de las exportaciones: “Vendemos más fuera por menores costes, sobre todo laborales, y compramos menos porque se ha contraído dramáticamente nuestra capacidad de compra”. Pese a ello, Marchena criticó la tasa de satisfacción de los andaluces. “El reto es cómo hacer compatible el arte de vivir con el arte de producir”. Y advirtió: “El ajuste salarial ha llegado a su límite como medio para lograr reducciones de precios y mejoras de productividad”. Marchena destacó el papel clave de la empresas y del sector privado para lograr crecimiento económico y mejorar en equidad mediante el emprendimiento privado realmente productivo y no meramente especulativo y rentista.

El discurso de contestación del nombramiento corrió a cargo de Rosa Jordá que, en la línea de Manuel Marchena, incidió en que Andalucía “sólo un grupo de empresas -firmas ligadas a la tecnología y a la innovación- se posicionan en el proceso de globalización, pero no tienen ni la fuerza ni la capacidad para transformar al conjunto” andaluz.