Uno de los jóvenes heridos la noche del lunes en el incendio de una vivienda en Amate murió la madrugada de este miércoles en el Hospital Virgen del Rocío, donde permanecía ingresado desde que resultó herido en el fuego. El incendio se declaró en una vivienda del número 61 A de la calle Aguadulce, una estrecha vía próxima a la avenida de los Gavilanes. La casa era utilizada habitualmente como punto de venta de droga y la Policía investiga si también era un laboratorio casero en el que se preparaban sustancias químicas. Avala esta teoría el hecho de que se sucedieran varias explosiones. En el interior del inmueble había varias botellas llenas del gas que se utiliza para recargar los mecheros, aunque los investigadores de la Policía Científica no han encontrado droga.

Los hechos ocurrieron sobre las diez de la noche del lunes. En la vivienda había en ese momento cuatro personas: tres varones de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años y una chica menor de edad. Dos de los jóvenes sufrieron heridas muy graves por quemaduras, con un amplio porcentaje de sus superficies corporales afectadas. Uno de ellos es el que falleció este miércoles en el hospital, mientras que el otro permanece en estado crítico y se sigue temiendo por su vida. El tercer joven resultó herido grave y fue trasladado al Hospital Virgen Macarena, junto con la chica menor de edad, que no requirió hospitalización, aunque en un primer momento fue atendida y trasladada por los servicios de emergencias sanitarias del 061. La Policía investiga la presencia de esta menor de edad en la vivienda.

Los vecinos de la calle Aguadulce llevaban tiempo denunciando la existencia de este punto de venta de droga. La Policía también tenía constancia del mismo y era habitual que algún patrullero identificara a las personas que se acercaban a este edificio a comprar estupefacientes. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, se refirió este miércoles a este asunto y confirmó que la principal línea de investigación apunta a que el lugar en el que se declaró el incendio era un punto de venta de drogas. Sanz rehusó dar más datos de la investigación, ya que ésta se encuentra bajo secreto de sumario. "Estamos ante una investigación judicial, por lo que hay que guardar prudencia y esperar al resultado de la misma, que confirme todos los hechos".