Sevilla

Peatones frente a más veladores

  • El Ayuntamiento modificará la actual ordenanza contra el ruido para autorizar más mesas en las nuevas zonas peatonales calificadas como saturadas, en sintonía con los intereses de los hosteleros

La petición de la asociación de hosteleros al Ayuntamiento de Sevilla para que permita la instalación de más terrazas y veladores en los nuevos espacios públicos peatonalizados, especialmente en la zona de la Alfalfa, Plaza Nueva, Alameda o plaza de San Francisco ha reabierto el debate sobre el uso que se debe dar a estos nuevos espacios ganados al coche particular y financiados con dinero público. Es decir, dinero procedente de los potenciales beneficiarios de estas actuaciones: los ciudadanos. No obstante, en la discusión sobre estos nuevos usos que se quieren incorporar a las zonas peatonales, el Ayuntamiento de Sevilla se ha posicionado claramente del lado de los hosteleros, dado que no es la primera vez que desde Plaza Nueva se observa la posibilidad de instalar más terrazas o veladores en las nuevas zonas peatonales -ya lo intentó con los anuncios frustrados de la instalación de quioscos en la misma Plaza Nueva tras su remodelación o de la instalación de veladores para 2.500 personas en la Alameda de Hércules- y, sobre todo, a tenor de la reacción que ha mostrado tras la petición del presidente de la asociaciones de hoteleros de la ciudad, Antonio Palomino.

El gobierno local de la ciudad anunció ayer, a través su concejal de Medio Ambiente, Encarnación Martínez, que tiene intención de conceder nuevos veladores para estas zonas peatonales incluso aunque se encuentren dentro de una Zona Acústicamente Saturada (ZAS), que prohíbe específicamente la instalación de terrazas y veladores en la vía pública porque se considera que aumentan los niveles de ruido de la zona en la que se ubican. Además, algunas de estas calles que en la actualidad -según esta calificación jurídica- tienen un exceso de ruido podrían dejar de estar clasificadas como ZAS durante el proceso de renovación del expediente. De hecho, la concejal recordó que la junta de gobierno local aprobó el pasado jueves el inicio de los trabajos de medición de ruidos necesarios para la renovación de la ZAS del entorno de la plaza de la Alfalfa -un trámite que se produce cada tres años, vigencia de esta calificación- y la previsión de los técnicos de la Delegación de Medio Ambiente es que muchas de las calles ahora incluidas se queden fuera porque, a su juicio, ya no tienen los problemas de ruido de hace tres años, cuando quedaron bajo una calificación que prohíbe, no sólo la instalación de nuevos veladores, sino también la apertura o ampliación de los establecimientos hosteleros del entorno.

No obstante, el Ayuntamiento también tiene ya pensada la alternativa ante la posibilidad de que los medidores de ruido no certifiquen esta reducción de los registros y, por tanto, haya que renovar la declaración de ZAS. Ante esta contingencia, el gobierno local muestra incluso su intención de modificar su propia normativa -la ordenanza sobre ruidos- para dejar fuera la prohibición de instalar nuevas terraza y veladores.

Esta segunda opción implicaría dejar la concesión de los veladores al margen del control que supone la clasificación de una zona acústicamente saturada sobre todos los establecimientos de restauración, en especial en lo que se refiere al ruido. Sin embargo, Encarnación Martínez defendió que actualmente "tenemos más armas para luchar contra el ruido cuando se moleste a los vecinos" y recordó que, por un lado, existe la ley antibotellón, que prohíbe las concentraciones para beber en la calle; y, por otro lado, la nueva ley estatal contra el ruido, que ya impide la apertura de bares con música que se ubiquen adyacentes a viviendas. Sin embargo, estas "armas" sólo luchan contra el posible ruido que generarían las nuevas terrazas a permitir, pero no implicaría un mayor control del uso del espacio público, que es competencia directa de Urbanismo.

Una situación similar a la de la Alfalfa, por otro lado, se puede repetir a finales de este año, cuando está previsto iniciar las mediciones para renovar la ZAS del Arenal, en la que está incluida la renovada Avenida de la Constitución y que también podría quedar fuera de las prohibiciones. La eliminación del tráfico rodado ha reducido considerablemente los niveles de ruido y ya el anterior concejal de Medio Ambiente y actual gerente de Lipasam, Rafael Pineda, planteó la posibilidad de permitir la apertura de nuevos bares y restaurantes y la instalación de veladores en los ya existentes. Sería una forma, como ya comentó el concejal en el momento en el que lanzó el planteamiento, de convertir este eje fundamental en el proceso de peatonalización del centro histórico que busca el gobierno local en la principal arteria comercial de la ciudad, aun a costa de reducir el espacio para los peatones.

Tanto en el caso de la Alfalfa como en el de la avenida de la Constitución, uno de los argumentos que se utilizan para defender la estrategia de extender los veladores por las nuevas zonas peatonales es la hipotética "inseguridad" de estas zonas durante las noches, a pesar de que, por ejemplo, la avenida de la Constitución se ha convertido, tras su peatonalización, es una calle especialmente concurrida. También se quiere hacer ver desde el Ayuntamiento que una vez que el proceso de peatonalización se consolide, "es muy probable que los bares pongan más veladores sí o sí, porque resulta una oportunidad de negocio muy importante. Por eso, dando permiso tenemos un mayor control sobre el problema".

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