TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Sevilla

Pelham Uno, tres, dos

  • Teófilo Serrano vino de Londres a Sevilla al viaje inaugural del Metro · Su llegada a la dirección de la Renfe coincide con el cambio de prioridades en las líneas · Estrenó la línea 1 y, 4 meses después, se trabaja en la 3

De Sevilla a Madrid pasando por Londres. La presencia de Teófilo Serrano el 2 de abril en la inauguración de la línea 1 del Metro de Sevilla fue una premonición de su enésimo traslado profesional, de su irresistible ascensión, en las antípodas del Arturo Ui de Bertolt Brecht que encarnó José Luis Gómez en versión de Camilo José Cela. Aquel jueves era víspera del Viernes de Dolores. Teófilo viajaba de la estación de San Bernardo a la de Cocheras. Un trayecto muy taurino. Era consejero de Trabajo e Inmigración en la Embajada de España en Reino Unido. Y había viajado desde Londres a Sevilla el mismo día que la capital británica acogía a los líderes mundiales en la cumbre del G-20 llamada a encontrar los remedios a la mayor de las crisis de la época moderna.

Tres días después, se verían en el Metro los primeros nazarenos. Capirotes de la Paz, de la Estrella, de la Amargura, de la Hiniesta, de la Cena. Y no es ajena esta estampa de un Martín Cartaya metropolitano a la nueva vuelta de tuerco en el destino de Teófilo Serrano. El Domingo de Ramos se hizo público el relevo de Manuel Chaves como presidente de la Junta de Andalucía casi 20 años después de su llegada al cargo tras ganar las autonómicas de 1990. El nuevo vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial se llevó a su equipo a Madrid: los hermanos Cervera, Enrique y Lolo, Gaspar Zarrías. Al equipo del nuevo ministro José Blanco se incorporó Concha Gutiérrez, la consejera con la que se pusieron en marcha los trabajos del Metro. Ese relevo gubernamental del Domingo de Ramos pudo ser determinante en el regreso de Teófilo Serrano a España para hacerse cargo de la dirección de Renfe sustituyendo a José Salgueiro, reclutado de la Administración andaluza por Magdalena Álvarez. De los Ferrocarriles Andaluces a los Españoles. Una extrapolación del viaje de Chaves desde el Gobierno andaluz a la Moncloa.

Aquel viaje iniciático en el Metro de Sevilla hablé con Teófilo de la película Pelham Uno, dos tres, aquella historia del secuestro de un vagón del Metro de Nueva York protagonizada por Walter Matthau de la que han estrenado una nueva versión protagonizada por Denzel Washington y John Travolta. Teófilo es un político curioso. Un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que habrá tenido que aplicar algunos de sus conocimientos científicos para saltar de la realidad a los deseos, de la utopía a los bostezos.

Llegó a Sevilla después de haber ocupado el cargo de secretario de la Federación Socialista Madrileña. Allí vivió en primera persona la campaña electoral de Baltasar Garzón como ilustre candidato independiente por el PSOE, aunque el juez, en una interpretación de la obra de teatro de Adolfo Marsillach, le compró el billete a Teófilo Serrano y le dijo que se bajaba en la próxima estación. En Sevilla lo conocí de la mano de Blas Ballesteros cuando éste era delegado municipal de Tráfico y Transportes. El hombre cuya vida cambió el último Domingo de Ramos participó en un mágico encuentro de Lunes Santo en La Pajarita. Este bar de la calle Baños esquina con Jesús de la Vera-Cruz tiene escrito en una pizarra los días que faltan para cada Lunes Santo. En un día cero, a punto de abrirse las puertas de la Veracruz, primera hermandad que aprobó la salida de hermanas nazarenas, Teófilo compartió mantel con un grupo muy curioso, ejercientes de la doble militancia de esa hermandad del Lunes Santo y del Partido Socialista Obrero Español. La primera vez que coincidí con ellos bauticé aquella estampa como la foto de la torrija, analogía de la foto de la tortilla de la Patrística socialista en la merendola de Isla Mayor. De la Veracruz pasaron al actual equipo municipal Alfonso Rodríguez Gómez de Celis o Nieves Hernández, titulares de las respectivas delegaciones de Urbanismo y Hacienda. Compañeros de mesa de Cristóbal, de Eladio, del Boti o del doctor Fernando de la Portilla, que como todos los veranos ha vuelto a viajar a Guatemala para prestar servicios como médico cooperante.

Teófilo se doctoró en torrijas y capirotes. Andaba entregado a un libro de memorias que aparcaría por sus vaivenes de montaña rusa. Vivió la serie de retrasos de la inauguración del Metro, el proyecto más largo de los ferrocarriles españoles (cuarenta años desde que se aprobó el primer proyecto en tiempos del alcalde Félix Moreno de la Cova) aprobado por el consejero de Obras Públicas de mandato más corto: Luis García Garrido. Todo un jamaicano, carrera veloz en unos Juegos lentísimos. Un gestor entre consejeras con mucho peso político: Concha Gutiérrez, Mar Moreno, que fue a Madrid y volvió a la Junta, y ahora Rosa Aguilar, que se vino de Córdoba, la ciudad a la que recientemente viajó en tren Teófilo Serrano acompañando a Joseph Szabo, administrador de los ferrocarriles de Estados Unidos, el primer país atravesado por el mítico caballo de hierro. El legado de su presidente más carismático, el abogado de ferrocarriles Abraham Lincoln, cuyo viaje en tren desde Baltimore a Wasington reeditó Barack Obama en la víspera de su toma de posesión.

El Domingo de Ramos se fue Chaves. El Martes Santo destituyeron a Chaparro en el Betis. Un día después de la salida de la Veracruz.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios