La Policía Local de Sevilla está probando un nuevo radar de control de velocidad que funciona mediante una tecnología de rayos láser. El sistema presenta una gran novedad sobre los equipos que la fuerza municipal utiliza actualmente, que utilizan una tecnología de infrarrojos. El nuevo radar puede montarse sobre cualquier vehículo e incluso sobre un trípode en un espacio en el que no se pueda aparcar un coche. Además, puede detectar infracciones de velocidad estando en movimiento, según apuntaron a este periódico fuentes policiales. Los dos radares que tiene actualmente la Policía han de instalarse obligatoriamente en unos coches determinados, ya que la antena, por sus propias características, no se puede montar en cualquier vehículo, como sí le ocurre al que se está utilizando estos días en periodo de pruebas.

Un grupo de agentes de la Policía Local está sacando el radar dos veces al día, generalmente a última hora de la mañana y a última de la tarde, para comprobar cómo funciona. Pese a que el radar ya está detectando infracciones, actualmente sólo está en periodo de pruebas, por lo que la Policía no está denunciando a los coches y motos que exceden la velocidad permitida, que en todo el casco urbano es de 50 kilómetros por hora.

Los policías están comprobando la capacidad del radar y realizando distintas mediciones. Lo están haciendo desde vehículos camuflados. El sistema es capaz de medir velocidades de vehículos a más de 1.000 metros de distancia y de fotografiarlos a 200 metros. Esto además reduce el riesgo que pudiera suponer para un agente y para el tráfico rodado una eventual invasión de la calzada.

Técnicamente, se trata de un equipo más compacto que los actuales y se puede guardar en una maleta, como se observa en una de las fotografías que acompañan estas líneas. Posee una unidad de medición de velocidad láser, cámara fotográfica, batería y pantalla digital táctil. Está homologado para poder utilizarlo con trípode o en soporte fijo, para medición estática en moto, y también en el interior de un vehículo. Básicamente consta de dos visores láser y un sistema que mide el tiempo que transcurre un vehículo en pasar entre un visor y otro. De ahí se obtiene la velocidad a la que circula ese coche. Los agentes están comprobando la capacidad del radar para identificar sin equívocos a los vehículos infractores y asegurándose de que marca la velocidad exacta.

Una vez que acabe el periodo de pruebas, el Ayuntamiento de Sevilla decidirá si compra o no el equipo, que cuesta aproximadamente unos 40.000 euros. En caso de que lo adquiera, tendría que formar a un grupo de policías en el manejo del dispositivo. Fuentes policiales explicaron a este periódico que este radar es más fiable que los dos actuales y además supone un avance en operatividad, al ser mucho más portátil y manejable que los equipos actuales.

Son varias las policías locales de España que cuentan ya con este tipo de radares. Una de las últimas en incorporarlo fue la de La Coruña, que lo hizo a mediados del mes de abril. La Policía Local de La Coruña apenas hacía controles de velocidad nocturnos por la facilidad con la que los conductores detectaban los vehículos en los que iba el radar. Con este sistema, ya han vuelto a hacer controles por la noche. También ha incorporado varios equipos de este tipo la Ertzaintza, que los presentó a finales de junio. Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid ha adquirido sistemas de radares láser, en este caso con forma de pistolas, para su Policía Local.

Con las pruebas de este sistema, la delegación municipal de Seguridad y Movilidad continúa intentando renovar los medios técnicos de la Policía Local de Sevilla. Ya la semana pasada, el alcalde, Juan Espadas, presentó un escáner para recrear escenarios en 3D, que en teoría ha de ser utilizado para la investigación de accidentes de tráfico en los que haya víctimas mortales y no estén claras las causas. También puede ser utilizado por los Bomberos para tener infografías de los principales edificios de la ciudad y conocer las vías de evacuación en caso de emergencia. Además, se ha puesto en marcha la nueva sala de control de la Jefatura de la Ranilla, aunque aún falta por adquirir mobiliario y equipos informáticos, y hay un proceso abierto para renovar la flota de vehículos de la Policía.