La Policía Nacional arrestó ayer a dos de los cuatro agresores que el pasado domingo atacaron a seis personas en el centro de salud Pino Montano B. Los detenidos son el paciente que acudió a Urgencias con síntomas de intoxicación etílica aguda, de 37 años; y su hermano, que tiene 35 años edad. Ambos afrontan delitos por atentado a agentes de la autoridad, amenazas graves, lesiones y desorden público.

Las detenciones se producen seis días después de las agresiones y los agentes no descartan nuevos arrestos ya que la investigación continúa abierta.

Los hechos ocurrieron en torno a las siete de la tarde en el punto de Urgencias del centro de salud Pino Montano B, cuando este paciente acudió con problemas tras un consumo excesivo de bebidas alcohólicas, acompañado por otras tres personas de etnia gitana. Todos procedentes del Vacie. El equipo de Urgencias atendió al enfermo y pidió a los acompañantes que permanecieran en la sala de espera. Fue en ese momento cuando los tres acompañantes y el propio paciente reaccionaron de manera muy violenta. Seis personas, cinco de ellas profesionales del centro de salud, recibieron golpes. Tres de las víctimas fueron trasladadas al Hospital de Traumatología por las lesione que sufrieron. Concretamente, un médico recibió un fuerte golpe en un ojo, una enfermera sufrió un esguince de muñeca, al tratar de defenderse con las manos, y un usuario recibió otro fuerte golpe en la cabeza. Las víctimas se recuperan de las lesiones pero sufren problemas de angustia y de estrés por lo sucedido.

La Consejería de Salud activó el protocolo frente a las agresiones a sanitarios que incluye asistencia jurídica, y anunció que reforzará las medidas de prevención. Este centro de salud ha sufrido tres agresiones en apenas seis meses y desde el pasado lunes cuenta con un vigilante de seguridad. Los dos detenidos pasaron ayer a disposición judicial y afrontan penas de cárcel. Las agresiones al personal médicos son tipificadas en los juzgados como atentados a agentes de la autoridad, lo que se traduce a penas más duras frente a las faltas. Para identificar y localizar a los agresores los agentes han utilizado las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en el centro de salud, que también cuenta con botón antipánico.