El próximo miércoles 7 zarpará del muelle del Batán con destino a Escocia la mayor megaestructura manipulada en el Puerto de Sevilla: dos encofrados (cofferdams) para el hormigonado de las pilas del nuevo puente de Edimburgo, obra realizada para el consorcio internacional FCBC por las empresas sevillanas Megusa y Tecade. El embarque comenzó esta semana y ayer continuaban las labores. Se ha efectuado con vehículos de última tecnología: plataformas multirruedas autopropulsadas.

La Autoridad Portuaria recalca que la nueva esclusa y la apuesta de las empresas de la comunidad portuaria por la modernización y ampliación de sus servicios dotan al Puerto de "gran capacidad logística y versatilidad para el transporte y manipulación eficiente para las cargas de grandes dimensiones y alto valor añadido". Estas operaciones se iniciaron con el ala del avión A-400 y continuaron con la descarga de una de las tuneladoras que realizará los túneles de la SE-40 bajo el Guadalquivir a la altura de Coria del Río, la descarga de una turbina de 150 toneladas y material con destino a la planta termosolar de Morón de la Frontera y el trasbordo de piezas para una grúa con destino a Rotterdam. Con estas complejas operativas, el Puerto de Sevilla se afianza en operaciones de cargas especiales favoreciendo la logística para los sectores industriales, lo que contribuye al desarrollo de su área de influencia y potencia nuevas vías de comercio.

El peso de las dos estructuras llega en conjunto a 800 toneladas y sus dimensiones máximas son 30 metros de longitud por 16 de alto. Son las estructuras más voluminosas que circulan por el Guadalquivir y marcan un hito en la capacidad industrial de la ciudad por su porte y por la mayor barcaza (27 metros de anchura) que cruza la nueva esclusa del Puerto de Sevilla.