La apertura del Acuario se retrasará como mínimo hasta finales de 2010. La Autoridad Portuaria pretende volver a sacar a concurso la gestión y explotación de estas instalaciones antes del próximo verano. El presidente del Puerto, Manuel Fernández, señaló ayer que el proceso depende de los dictámenes del Consejo de Estado y del Consejo de Obras Públicas del Ministerio de Fomento.

"Cuando los dos estén resueltos, la concesión revertirá al Puerto", manifestó Fernández, que destacó que el informe del Ministerio ya está "en marcha", mientras que el segundo se encuentra en tramitación. Una vez que se cumplan estos requisitos legales, el Puerto podrá licitar de nuevo el Acuario, un proceso que podría durar varios meses. A continuación, habría que terminar las obras del edificio, al que le restan al menos diez meses de trabajos.

La Autoridad Portuaria de Sevilla acordó el pasado mes de octubre rescatar la concesión a la anterior promotora del complejo, Acuario Nuevo Mundo, que recurrió esta decisión ante el TSJA. Las obras estaban paralizadas desde finales de 2007 por falta de pago a la Constructora San José, que era la contratista que estaba levantando el edificio, y que ha expresado su interés por acudir al concurso para asumir la explotación del recinto.

Manuel Fernández realizó estas declaraciones en una visita a las obras de ampliación de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) del puerto de Sevilla, acompañado del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y de Francisco Rodríguez-Piñero, presidente de Sevisur Logística, la empresa formada por Abertis para comercializar las naves industriales. El presidente de la Autoridad Portuaria especificó que la primera fase de la ZAL se encuentra al 100% de ocupación y que ya han finalizado las obras de urbanización de la segunda fase. "Iremos desarrollándola en función de la demanda", manifestó Fernández, que especificó que en estos momentos hay una superficie de 60.000 metros cuadrados disponible para naves logísticas. Entre las dos fases, el puerto sumará más de 350.000 metros cuadrados, en los que ya se ubican empresas como Decathlon, El Corte Inglés o Carrefour.