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"El Rey me preguntó que quién mandaba, Pacheco o Alejandro"

  • Antonio Ortega García. Fue oposición del PSOE en el Ayuntamiento y gobernó con el PSOE en la Junta. Ocho años consejero, dejó la política y se inventó una "nueva vida" en Sanlúcar de Barrameda, entre libros y amigos del flamenco

Antonio Ortega, en el palacio de Medina-Sidonia de Sanlúcar de Barrameda.

Antonio Ortega, en el palacio de Medina-Sidonia de Sanlúcar de Barrameda. / fito carreto

Dice que el Conde-Duque dibujado por Uta Geub no es una indirecta a su paisano Gaspar Zarrías. Antonio Ortega (Linares, 1955) pasó del Ayuntamiento al Gobierno andaluz.

-¿Por qué Sanlúcar?

-Me atrapó desde que la pisé por primera vez. El Guadalquivir y Doñana los veo desde mi ventana. El río que nace donde yo nací y va a morir donde decidí venir a pasar los últimos años de mi vida.

-¿Cuando uno deja la política vuelve a lo que hacía antes?

-Yo tuve que inventarme una nueva vida porque toda mi vida había sido la política desde los 17 años.

-¿Se manifestó el 4 de diciembre de 1977?

-En Jaén. Había muchos rumores de que podía pasar algo con la extrema derecha. Traté de captar a mucha gente, algunos decían que sólo entendían del bebercio y del comercio. Luego, cuando ya no había peligro, los vi como grandes ideólogos de la izquierda.

-Será de los pocos de Linares que no trabajó en Santana Motor.

-Había 4.500 hombres trabajando, grandes profesionales. Tengo amigos que en un barril de albañilería te podían hacer un coche. El gran error que cometió la Administración, que cometimos todos, fue la falta de iniciativa, de inventiva. El Land Rover Santana era el mejor coche para el campo. Había buenísimos ingenieros, pero faltó I+D+I y lo cómodo fue pasárselo a Suzuki, que después se fue.

-La generación anterior a la suya vivió la muerte de Manolete.

-Yo crecí oyendo hablar del maestro de Córdoba. Soy buen aficionado y escribo de toros para mí.

-¿Ahora tiene más tiempo?

-No tengo tiempo. Trabajo mucho. Me da mucho coraje cuando dicen que me queda una paga, una pensión vitalicia.

-¿Sigue a los toreros de hoy?

-Soy muy amigo de Juan José Padilla. Le escribí que cuando se vaya los aficionados echaremos de menos al Ciclón de Jerez, pero dormiremos más tranquilos.

-¿Por qué se cortó la coleta?

-El desánimo, el cansancio, el agotamiento. No me faltaban fuerzas para combatir otras ideas, para defender las mías, pero sí para pelearme con los míos.

-¿Eso le dejó secuelas?

-Estoy muy orgulloso de la gente con la que coincidí. Con Luis Uruñuela, Miguel Ángel Arredonda, que estábamos en bandos contrarios, eso no ha roto la amistad y es padrino de mi hijo. Rojas-Marcos me aportó mucho como persona.

-¿Y Pedro Pacheco?

-Le tengo mucho cariño y me carteo con él. Le han quitado libros de la celda. Todo lo que lee está relacionado con el Derecho. Se ha convertido en martillo de herejes de la prisión, ha abierto despacho en la cárcel para gestionar las reclamaciones de los internos.

-Junqueras podía acudir a él...

-Junqueras está a Dios rogando y con el mazo dando.

-Se estrena de concejal en la Sevilla de la pre-Expo...

-Los sevillanos que llevaran años fuera no sabrían dónde estaban. Torneo sin el tren, sin el muro. San Bernardo, Santa Justa. En diez años la ciudad cambió más que en los cien años anteriores. Todo el mundo rajaba mucho del 92 pero fue el año-bandera para el reclutamiento de las ilusiones.

-¿Se gobierna más en lo local o en lo autonómico?

-En el Ayuntamiento te das de golpe con la realidad. Aprendes de licencias de taxis, del traspaso de un coche de caballos de padre a hijo, de presión del agua, del tráfico, de colegios. En el Ayuntamiento el hambre es hambre, la alegría es alegría y el llanto es llanto.

-¿Se autoinmoló el PA por gobernar con el PP en el Ayuntamiento y el PSOE en la Junta?

-El de la falta de coherencia del PA es un recurso manido. Mire el PSOE con quién gobierna en Cádiz o en Madrid, de dónde lo han echado en Barcelona. En la Junta, Izquierda Unida se dejaba los nudillos en la puerta para que le abrieran y entrar en coalición. Los andalucistas también hicimos cosas buenas. Solamente la presión de los cinco diputados andalucistas en la primera legislatura de 1979 permitió la igualdad política de Andalucía con las nacionalidades históricas. Fue un factor de equilibrio en la política española.

-¿Se ha trasladado el hooliganismo'del fútbol a la política?

-Como estaba lejos de la élite del fútbol, yo disfruto si el Sevilla golea al Barça o el Betis gana la Copa del Rey. La política ha dejado de existir para convertirse en bufetes de alegaciones. Todo se lleva a los juzgados. Me da a mí que hay gente que ha leído muy poco.

-¿A qué se dedica ahora?

-Mi sueño era una librería-papelería, pero acabó en fracaso. Uno piensa que nunca a va faltar un Lazarillo, un Quijote, un Buscón o una novela de García Márquez, pero sobra todo. Se vende un libro de higos a brevas y a lo mejor es uno de cocina de Carlos Herrera.

-¿Qué descubrió en Sanlúcar?

-Cada vez me gusta más el flamenco. Voy a una tertulia, San Viernes, en una carpintería. La forma de ser. Esa expresión tan bonita de darse el encuentro.

-El día que se casó cayeron chuzos de punta...

-La invitación era por el cumpleaños de mi hija Marina, que hacía dos años. Llovió tanto que se fue la luz en la Hacienda Benazuza y cenamos a oscuras. Chaves y Zarrías venían de Málaga, ese día se había inaugurado el Museo Picasso.

-Tiene fotos con la reina Isabel y con el rey Juan Carlos I.

-Cuando me eligieron secretario general del PA, fui a presentarle mis respetos. Me preguntó que quién mandaba en el PA, Pacheco o Alejandro. Mando yo, Majestad.

"El Rey me preguntó que quién mandaba, Pacheco o Alejandro" "El Rey me preguntó que quién mandaba,  Pacheco o Alejandro"

"El Rey me preguntó que quién mandaba, Pacheco o Alejandro"

Aquellos tiempos...

Alcázar. Ortega saluda a la reina de Inglaterra en su visita a Sevilla en 1988. Junto a él los concejales del PA José Núñez y Enriqueta Vila. Observan el rey Juan Carlos I y Manuel del Valle.

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