El Servicio Andaluz de Salud ha activado, como cada mes de diciembre, el plan de alta frecuentación por las bajas temperaturas, con el objetivo de dar respuesta al aumento de pacientes en los dispositivos de Emergencias y Urgencias del sistema sanitario público coincidiendo con los meses más fríos del año. "Este aumento de la demanda está condicionado por la incidencia de la gripe", recordó este miércoles el gerente del SAS, José Manuel Aranda.

De momento, la tasa de la gripe es baja (22,21 casos por 100.000 habitantes en la comunidad autónoma) y no ha llegado aún al periodo preepidémico (tasa de 45 casos por 100.000 habitantes). Aranda añadió que "el pico de casos de la epidemia se espera para mediados de enero o incluso más tarde". La infección del virus de la gripe depende, en gran medida, de las condiciones climatológicas. La red centinela del SAS, que está integrada por 118 médicos en Andalucía, se encarga de vigilar la incidencia de la gripe.

"El objetivo del plan de alta frecuentación es que los centros estén preparados para dar respuesta a la mayor demanda especialmente de enfermos que padecen problemas cardiovasculares, Epoc (Enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y otros problemas respiratorios; es decir, los pacientes pluripatológicos que se descompensan con patologías infecciosas viricas, y en especial con la gripe", aseveró Aranda.

Cada centro aplica medidas en función del número de enfermos y de las necesidades

El plan del SAS prevé una serie de medidas en cada centro sanitario en función de la llegada de pacientes a Urgencias. "En la Atención Primaria lo primero es lograr que no haya demora, porque de ser así los pacientes acuden al hospital", concretó el gerente del SAS. Para tratar de evitar los colapsos en las salas de espera los centros de salud aumentan las citas, las agendas, contratan refuerzos o suspenden programas preventivos como la atención al bebé sano, y se intensifica la asistencia a domicilio. En el ámbito hospitalario, cuando se activa el nivel I (aumento de pacientes del 10% en Urgencias) el plan sanitario prevé la intensificación de la vigilancia sobre el incremento de casos; en el nivel II (cuando el incremento de pacientes se sitúa entre el 11 y el 25%) los hospitales adoptan diversas medidas como la reorganización de la agenda de cirugía para dar prioridad a los casos no demorables, el incremento de los recursos humanos y la reordenación de las camas hospitalarias. El nivel III del plan se activa cuando el incremento de pacientes supera el 25%.

"Afortunadamente el nivel III no se suele activar, si se alcanza es durante pocos días", explicó Aranda, al precisar que este nivel prevé la redistribución de las camas hospitalarias y de los servicios que presta el sistema público mediante conciertos en centros privados, entre otras actuaciones. Cada invierno el SAS contrata a unos 600 profesionales para reforzar los servicios de Emergencias y Urgencias andaluces en el marco de este plan de alta frecuentación.