La responsable de la agencia de viajes de Nervión Rumbo SVQ que estafó presuntamente este verano más de 50.000 euros a 66 clientes continúa en prisión preventiva desde finales de agosto pasado. Según informaron ayer a este periódico fuentes judiciales, la empresaria R. R. L., sevillana de 42 años y con antecedentes por hechos similares, se encuentra en la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra desde que el juez decretó su encarcelamiento el 20 de agosto a raíz de una avalancha de denuncias de particulares y mayoristas de viaje.

La decisión de mantenerla provisionalmente en la cárcel hasta la celebración del juicio, que no se espera antes del verano del año que viene, se debe a la gravedad de los hechos cometidos, a su reincidencia y al riesgo de que pueda fugarse del país con el dinero. En 2010 fue detenida por hechos similares, pero quedó pronto en libertad.

El Juzgado de Instrucción 10 de Sevilla está llevando el caso, que pasará a la Audiencia de Sevilla al estimarse que se trata de un delito grave de estafa al que corresponde la máxima condena. El artículo 250 del Código Penal castiga la estafa con penas de prisión de 1 a 6 años, y multa de seis a 12 meses cuando la cantidad defraudada supera los 50.000 euros, como es el caso.

Desde septiembre, la juez de instrucción número 10 de Sevilla Pilar Ordóñez está tomando declaración a las decenas de afectados e incluso ha pedido información sobre los permisos de la agencia a la delegación provincial de Turismo de la Junta de Andalucía, que ha abierto un expediente sobre el caso.

Según Turismo, la detenida contaba con "todos los permisos en regla" para operar en la oficina de Eduardo Dato 38 desde abril de 2011. Los permisos son las pólizas de caución y de responsabilidad civil. En esta misma fecha se dio de alta en Nervión y se dio de baja la actividad en su sede anterior de Luis de Morales 24. También tenía otra oficina en Tomares, en la avenida del Aljarafe 14-16. Ambas sedes están cerradas y sin actividad.

inmigrantes atrapados

Entre los afectados hay familias inmigrantes de Latinoamérica que, cuatro meses después de los hechos, siguen atrapadas en su país de origen por la imposibilidad de reunir dinero suficiente para volver a comprar un billete de vuelta a España. Compraron en esta agencia de viajes billetes de ida y vuelta, pero el de vuelta no tenía validez porque el mayorista nunca llegó a cobrar el dinero que las familias pagaron a la agencia. Este modo de proceder se repitió con paquetes turísticos con hotel incluido, billetes de avión y de tren.

La lista de afectados es variada, como ya adelantó este periódico en agosto. Una señora que compró un billete de avión para operarse en Estados Unidos. Un matrimonio con varios hijos que se desplazó a París (Francia) y la familia acabó siendo expulsada del hotel porque su estancia no estaba pagada. Una pareja que había contratado su luna de miel en Punta Cana (República Dominicana) vio frustrado su plan. Y hubo otros grupos de afectados que pagaron 8.000 y 4.000 euros por viajes que resultaron una estafa.

La asociación de Agencias de Viaje de Sevilla conocía a la agencia Rumbo SVQ por prestar servicios por internet. Si la empresa funcionaba legalmente, el aval depositado para obtener los permisos debería servir para compensar a los afectados.