Sevilla

El Supremo confirma la condena de 4,5 años a un funcionario de Tablada por apropiarse de 55.000 euros de la venta de prendas y material de vestuario

  • El trabajador fue condenado por un jurado popular por delitos continuados de falsedad documental y malversación de caudales públicos.

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cuatro años y medio de cárcel que la Audiencia de Sevilla impuso a un funcionario de la base aérea de Tablada por apoderarse de 55.521,63 euros de las ventas de prendas y material de vestuario, en una sentencia que en su día fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). El acusado ha sido condenado por delitos continuados de falsedad documental en concurso con malversación de caudales públicos.

El Alto Tribunal ha desestimado ahora el recurso de casación presentado por el acusado, A. C. G, quien desde 1970 estuvo destinado en el Negociado de Vestuario y Alojamiento de los Servicios de Intendencia del Acuartelamiento Aéreo de Tablada.

Entre las funciones del funcionario estaba precisamente la de realizar las ventas de prendas y material de vestuario; cobro del dinero pagado en metálico por las mismas y su custodia en una caja fuerte auxiliar; las anotaciones contables en el sistema informático del servicio de tales operaciones, y el ingreso de aquellas cantidades en las dos cuentas que el Acuartelamiento tenía abiertas con esa finalidad en una sucursal del BBVA.

La sentencia declaró probado que entre el año 1998 y el mes de abril del año 2005, el acusado se apoderó de 55.521,63 euros producto de ventas realizadas en la sección de vestuario, "que hizo suyas para beneficio personal". Para lograr lo anterior el acusado unas veces "se quedaba directamente con el dinero recibido sin reflejar las operaciones en contabilidad", mientras que en otras ocasiones "manipulaba" el sistema contable informático instalado en el Acuartelamiento

(Sistema Logístico de Intendencia) reflejando las ventas hechas en metálico como si fueran ventas "en cartilla", esto es, como entregas de material asignado a personal militar que no precisaban la entrega de dinero, quedándose con el metálico recibido.

Otras veces la manipulación del sistema informático consistía en reflejar las ventas hechas en metálico con ventas "sin cargo", es decir, como entregas de material para el propio Acuartelamiento que tampoco precisaba la entrega de dinero, quedándose con el metálico recibido.

El funcionario, en otras ocasiones, hacía constar en el sistema contable informático que se vendía una prenda de importe inferior a la realmente vendida, quedándose él con la diferencia de precio, y en otras oportunidades manipulaba el sistema informático para hacer constar que una prenda vendida y cobrada era devuelta, no siendo realmente así, quedándose con el metálico recibido. El Estado no ha recuperado nada del dinero que se quedó el acusado.

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