Los taxistas que prestan servicio concertado en Santa Justa, a través de empresas, han sufrido en la última semana hasta cuatro ataques protagonizados por compañeros que se oponen a un sistema que permite a los clientes concertar el traslado desde la estación de manera previa para evitar así las colas.

La última agresión la sufrió este miércoles un taxista a las diez de la mañana cuando un grupo de compañeros trató de impedir que prestara su servicio a tres clientes. Durante este ataque intervinieron dos patrullas de la Policía Local que tuvieron que escoltar al vehículo para evitar más altercados.

El pasado lunes las amenazas y los insultos en la puerta de acceso a la terminal se repitieron ante la mirada incrédula de turistas y de usuarios de Renfe que se encontraban en Santa Justa a las ocho y media de la tarde, cuando ocurrieron los hechos. El conductor se encontraba en la zona delimitada por la placa para el servicio concertado del taxi donde esperaba a su cliente y al llegar éste un grupo de taxistas comenzó a proferir amenazas y a arrojar huevos al coche. Y el viernes pasado, de nuevo, otros dos conductores sufrieron otra agresión similar en Santa Justa. Los afectados temen represalias y se siente indefensos ante esta oleada de agresiones y amenazas que sufren desde hace meses, sin que el Ayuntamiento ni las fuerzas de seguridad adopten medidas que logren frenar los altercados.

Este conflicto comenzó en abril en el aeropuerto y, poco después, en Santa Justa coincidiendo con la colocación de las placas de tráfico que indican las zonas para prestar el servicio concertado del taxi, que está regulado en la normativa vigente y que un sector ofrece desde hace años. Desde entonces, alrededor de 12 conductores que ofrecen traslados concertados a través de empresas han sufrido amenazas, insultos, arañazos y otras agresiones en sus vehículos.