La sección de la Agrupación Sindical de Conductores (ASC) en la empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam) ha solicitado por escrito a la entidad que se pongan en funcionamiento los vehículos dados de baja para el periodo estival, dadas las "múltiples" averías sufridas en los últimos días.

En la petición, el secretario general de ASC en Tussam, Fernando Sojo, ha remarcado la solución está "al alcance de todos", sin entrar a valorar si los autobuses tienen un mantenimiento adecuado o "si el hecho de que se estropeen obedece a la climatología, a condiciones ajenas a los conductores o incluso al personal de mantenimiento, achacándolo a que sólo es cuestión de la mala fortuna"

La operatividad de estos autobuses, según la sección sindical, podría suponer "dar más cobertura a la hora de poder sustituir lo más pronto posible los averiados y ofrecer mejor servicio y eficacia ante la ciudadanía".

Este mismo sindicato criticó recientemente que Tussam había disminuido el número de vehículos en servicio a partir del mes de junio -hasta un 30 % menos que en el periodo invernal, según los datos del sindicato-, a pesar de que la demanda en este mes continúa prácticamente en los mismos niveles.

Por su parte, la empresa señaló al respecto que en este periodo la oferta sólo se redujo un 4,8 por ciento, mientras que el descenso de demanda sobrepasa el 10 %. Según indicaron, "en ningún momento" se ha dejado ningún servicio sin cubrir, puesto que Tussam adapta su oferta a la demanda, manteniendo unos servicios más altos que éstos.

Así, en julio, y en días laborables, el 83 % de la población dispone de al menos una línea de autobús con una frecuencia de paso inferior a 12 minutos, siendo en agosto del 60 %. En ambos meses casi el 100 % tiene una línea con una frecuencia igual o inferior a 15 minutos.

El ajuste en la oferta se va produciendo de manera paulatina, aproximadamente cada quince días a partir de mediados de junio, quedando establecido el mínimo para todo el mes de agosto. Igualmente, se lleva a cabo un aumento gradual de la oferta en las quincenas del mes de septiembre, alcanzándose el máximo nivel en la última semana de dicho mes, que se mantiene hasta final de año.

En junio el descenso de demanda sobrepasa el 10 por ciento respecto a los meses de invierno, mientras que la oferta solo se reduce en un 4,8 por ciento; en julio la demanda cae un 30 por ciento y la oferta el 20 por ciento, y en agosto, cuando la caída es más acusada, la demanda se reduce en un 51 por ciento, frente al 32 por ciento de la oferta.