No sólo hay una intención política del gobierno de PSOE-IU para peatonalizar San Jacinto. Está todo decidido, a falta, ahora, de trasladarlo a "quienes quieran oírlo", como dijo ayer el delegado de Movilidad, Francisco Fernández. Resuelto está ya el que será nuevo mapa circulatorio por el barrio a resultas del cierre total al tráfico de San Jacinto entre Pagés del Corro y el Altozano, lo que obliga a crear dos bucles en el distrito para acceder al centro, bien por Chapina, bien por la plaza de Cuba. Determinado está el cambio de sentido al que serán sometidas ocho de las principales calles de Triana para reconducir los flujos circulatorios por el barrio. Decretada está también la modificación total de los itinerarios de las dos líneas de autobuses de Tussam -el 40 y el 43- que conectan el arrabal con el centro, lo que obligará a cambiar las costumbres y usos de las 53.000 personas que residen en la zona. Y lo que es más: ya está dilucidada la fecha en que todo esto se hará realidad; en diciembre próximo, antes del inicio del Plan de Tráfico de Navidad que el Consistorio articula por esas fechas.

Los concejales socialistas Francisco Fernández y Alberto Moriña, responsables respectivamente de Movilidad y Distrito Triana, avanzaron ayer en una rueda de prensa las novedades relativas a la reorganización del tráfico que se pondrá en marcha en un mes y medio, un plazo que será aprovechado por los políticos para realizar campañas informativas con los colectivos de vecinos y comerciantes de la zona y, de paso, recoger alegaciones y sugerencias. "Explicaremos este plan a todo aquel que lo quiera oír, y atenderemos las propuestas que no contravengan la filosofía del plan", aseveró Fernández pese a que la iniciativa rezuma una política de hechos consumados.

Ocho serán las calles que cambiarán de sentido para resolver la conexión con el centro tras el cierre al tráfico de la calle San Jacinto. Lo harán las calles San Vicente de Paúl (que tendrá sentido ascendente en dirección a Chapina); Clara de Jesús Montero (que quedará con un único sentido hacia Chapina), Castilla (que invertirá su sentido y será mano en dirección al Altozano), Manuel Arellano (que será de bajada desde Chapina a la Ronda de Triana), Antillano Campos (el tramo entre Alfarería y San Jorge se invertirá de sentido para permitir la circulación hacia el Altozano), Génova (tendrá sentido hacia la plaza de Cuba, pero conservará un contracarril reservado a Tussam), Pagés del Corro (el tramo entre República Argentina y la plaza Virgen de la Milagrosa) y Paraíso (que será ahora de bajada en dirección a República Argentina).

Todos estos cambios posibilitarán, en palabras de Fernández y Moriña, "una mejor conectividad interna dentro del barrio y también en las vías de entrada y salida de él". El responsable de Movilidad aclaró que la reorganización del tráfico responde a la división que los técnicos han hecho de las calles del barrio en función de su calificación de alta capacidad y baja capacidad.

Al primer grado pertenecen Ronda de Triana, López de Gomara, Muro de Defensa y República Argentina, vías que el edil presentó como el circuito que deben tomar los conductores que "atraviesen Triana en dirección al centro u otras zonas y que no van al barrio para nada productivo, sino de paso".

Por contra, San Jacinto, Pagés del Corro y Castilla quedarán para el uso interno del barrio, por lo que se fomentarán las acciones de peatonalización, ensanchamiento de aceras y disminución del caudal de vehículos que circulan por ellas. Pese a ello, no habrá restricción alguna al tráfico para los no residentes, al menos de momento.