Puntadas con hilo

Veladores, el debate que viene

  • El Ayuntamiento tiene escasos tres meses para afrontar el plan para reducir las sillas y mesas en las calles Si se fijara en otras ciudades podría evitar errores y buscar la calidad de las terrazas

EL gobierno de Juan Espadas debe afrontar en los próximos meses un plan para regular las terrazas de veladores que supondrá, ya se ha contado, una reducción importante del número de mesas y sillas en algunos puntos del centro de la capital. Polémica garantizada, porque se trata de recortar en terrazas que cuentan con autorización, legales. Otra cosa son las medidas, que se están llevando a cabo con más o menos dificultades, para luchar contra las ilegales, que también existen. En el PSOE podrían decir que éste es un problema heredado de la era Zoido, y en parte tendrían razón porque las licencias para instalar veladores se multiplicaron en los cuatro años de mandato del PP. Pero también podrían decir que ésta es una oportunidad no sólo para poner orden en los espacios públicos, sino también para ganar en calidad y mejorar la imagen de la capital. Es una ocasión que no se debería desaprovechar.

El problema no es exclusivo de Sevilla, recuerda siempre que puede el delegado de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz. Así es. Por no salir de España, ciudades españolas como Madrid o Barcelona ya han acometido esta regulación, no sin menos polémica, pero con la complicidad del gremio de la hostelería, que también debería buscar el Ayuntamiento de Sevilla. La búsqueda del consenso y del sentido común ha hecho que el conflicto que mantenía bloqueadas más de 2.000 terrazas en la capital catalana se despeje. Y ha dado lugar a un fenómeno que cuesta trabajo imaginar en Sevilla. El gremio de hostelería de Barcelona impulsó antes del verano una promoción singular, una campaña de apoyo a las terrazas que pretendía desmontar la idea de que estas instalaciones sólo generan molestias a los vecinos. Apadrina una terraza. Ésa fue la idea lanzada y cientos de vecinos se han hecho ya selfies en los veladores barceloneses donde suelen tomar el aperitivo o desayunar para pedir al Ayuntamiento que no sea tan restrictivo con la ordenanza municipal. La campaña, además, ha contado con la participación de vecinos ilustres con la intención de ser lo más mediática posible y, de hecho, incluso se ha recogido en un libro de fotografías.

En definitiva, lo que los hosteleros catalanes han hecho es buscar la manera de enriquecer el debate sobre el modelo de terrazas de Barcelona y ganar de camino en calidad. Para ello, encargaron un estudio a una arquitecta prestigiosa, Benedetta Tagliabue, sobre las terrazas de las principales capitales europeas. La idea era ver qué se está haciendo en Europa para mejorar los espacios públicos a través de la instalación de terrazas que, sin duda, ofrecen una experiencia de alto valor añadido al turista. Las terrazas, coomenta la arquitecta, han permitido en lugares regenerar un espacio urbano y crear nuevas zonas de interés. "Además, suelen ser indicador de entornos agradables", apunta el estudio. Según, ¿qué dirían algunos vecinos en Sevilla?

Lo que está claro es que las terrazas de Copenhague, Estambul, Berlín o Amsterdam, entre otras ciudades, quizás no tienen cabida en Sevilla, al tratarse de un diseño arquitectónico vanguardista que podría chirriar con el conjunto monumental. Pero el estudio demuestra cómo cada capital tiene un modelo propio. Y Sevilla también debería tenerlo. Un paso más allá de las normas estéticas que se recogen en la ordenanza. Quizás ello podría animar a algunos inversores y la regulación de los veladores, lejos de ser un recorte también al empleo y el negocio de algunos restauradores, podría ser una buena oportunidad para dar ese salto de calidad que la hostelería también necesita.

El detalle. Mensajes de amor en una cápsula del tiempo 

Los trabajos de restauración que se están acometiendo en la Glorieta de Bécquer, en el Parque de María Luisa, dejaron al descubierto dos cápsulas del tiempo, dos cofres con objetos que fueron colocados debajo del monumento. El primero corresponde a 1911 y fue enterrado a modo de primera piedra, junto con monedas de la época, en la que reinaba Alfonso XIII. El segundo fue colocado por el alcalde Manuel del Valle a finales de los 90, antes de dejar su cargo, y junto con las monedas, ya de Juan Carlos I, ha aparecido un mensaje suyo y otro de la Universidad.  El actual alcalde, Juan Espadas, ha querido emular a su compañero y ha dejado su mensaje con monedas actuales en otra cápsula del tiempo. ¿Qué dirá? Como en la rima que se representa en mármol y bronce, ¿hará alusión al amor ilusionado, al poseído, al perdido, al que hiere o el herido...? ¿El amor a Sevilla o al partido? Bécquer es inmortal.

La oposición. Los nuevos y las directrices de Madrid

Que la oposición municipal que tiene el alcalde, Juan Espadas, es tibia es algo evidente. También muy irregular, ciclotímica en ocasiones. Sorprende lo agrio del mensaje que lanzan de vez en cuando Ciudadanos o Participa Sevilla y en los que se intuye la mano de Madrid, las directrices dadas por los partidos a nivel nacional de dar leña, como sea, y si hay motivo, como ha tenido esta semana el grupo de izquierdas a cuenta de los presupuestos anulados por el TSJA, pues mucho mejor. 

El futuro. Espadas y el devenir             del PSOE en Sevilla

Son muchos quienes coinciden en que Juan Espadas quiere apuntar más alto y que la escalada de Susana Díaz en el partido dejará muchos huecos en Sevilla. Nunca un alcalde de la capital, a pesar de su peso, ha sido secretario general de los socialistas sevillanos. Pero nunca digas nunca jamás. En la dirección hay quienes consideran un verdadero crack al alcalde, con capacidad para organizar y gestionar con limpieza y disciplina y mantener el orden. Ya se dijo en esta página que Espadas ha pasado de ser un candidato cuestionado a un valor muy en alza. El apoyo de la capital lo tendría sin fisuras y el de la provincia, vista la desactivación que los críticos han experimentado en Sevilla y si nada cambia en estos tiempos revueltos, se encargaría la dirección. Bueno, a ver qué pasa. Hay tantas heridas por coser ahora.... 

La crisis. ¿Quién dijo eso de la autoridad soy yo?

"Soy la única autoridad que existe en el PSOE", dijo el jueves Verónica Pérez en la puerta de la sede de Ferraz. La frase hizo sonreír esta semana a algunos que formaron parte del sector crítico que se encargó de sepultar en Sevilla Susana Díaz. La autoridad. La cita trasladó a éstos al hotel la Motilla donde en febrero de 2012 una comisión formada por Javier Fernández, alcalde de La Rinconada, y Francisco Toscano, por parte de los críticos, se sentaba frente a José Muñoz y Carmelo Gómez, del sector oficialista, con la intención de negociar una lista integradora por Sevilla para concurrir a las elecciones autonómicas. Una lista que, además, encabezaba el propio Griñán, candidato a la Junta. Entonces se hablaba de rubalcabistas, ahora de pedristas... pero la frase sonó igual cuando Antonio Conde, diputado provincial que ejerció de enviado, se personó en el hotel para decir que estaban esperando ya "a la autoridad competente" y que aquello debía disolverse. Horas después dimitió José Antonio Viera como secretario de los socialistas sevillanos y el partido saltó en pedazos.

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