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Sevilla

Vigil de Quiñones, hospital fantasma

  • La firma adjudicataria explica que las obras avanzan al "ritmo programado"

Vigil de Quiñones, el que fue Hospital Militar de Defensa hasta su traspaso a la Junta de Andalucía en 2004, continúa sometido a una reforma que acumula ya siete años, el mismo periodo de tiempo que se ha necesitado para construir las setas de la Encarnación.

La Delegación Provincial de Salud no facilita plazos sobre la finalización de unos trabajos que se anunciaron hace ya casi una década para reactivar este edificio con usos sanitarios y reforzar la red asistencial de Sevilla. A fecha de hoy, en este complejo hospitalario de 83.016 metros cuadrados, funcionan tres dispositivos del Sistema Andaluz de Salud (SAS): el Distrito Sevilla, el centro de salud Bermejales, una unidad de salud mental y una comunidad terapéutica. En 2004, la Consejería de Salud anunció la creación de una unidad de lesionados medulares y daños cerebrales de referencia para Andalucía; una unidad de rehabilitación cardiaca para afectados de infartos y anginas; un centro de alta resolución con 31 especialidades; y una unidad de agudos de salud mental con 30 habitaciones. Estos proyectos para el antiguo Militar son, por ahora, papel mojado.

El edificio central, que dispone de 13 plantas, continúa sometido a una reforma que no termina. Son pocos los obreros que acuden cada día a la Avenida de Jerez para avanzar en la adaptación de este coloso, pero la Administración no aporta datos sobre los trabajos ya finalizados, sobre las inversiones ejecutadas ni los proyectos que quedan por realizar. Un hospital fantasma.

Tras una negociación cargada de polémica entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Defensa, el Vigil de Quiñones al fin entró a formar parte de los inmuebles del SAS por el real decreto 2399/2004. El valor del edificio se fijó en 34,5 millones de euros: de los que la Junta se comprometió a pagar en metálico seis millones de euros; y el resto (28,5 millones) se abonaría en forma de contraprestaciones urbanísticas por parte del Ayuntamiento al Ministerio de Defensa.

Siete años después del traspaso a la Junta de Andalucía, la agonía del hospital continúa. En el edificio principal del Vigil de Quiñones se ha echado el cerrojo para alrededor de 50 operarios que se encontraban realizando, hasta principios de mayo, trabajos en los sistemas de comunicaciones, cuadros eléctricos, instalaciones de fontanería y climatización. Los operarios subcontratados esperan que los trabajos se reanuden cuanto antes.

La empresa adjudicataria de la reforma, Isolux Corsán, explica, no obstante, que las obras "avanzan al ritmo programado" y recuerda que se iniciaron en octubre de 2006. El plazo previsto para la ejecución, añade Isolux Corsán, ronda los seis años. Esta firma realiza "con regularidad el cobro de las obras ejecutadas según contrato".

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