La Unidad de Asma del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla ha incorporado a su cartera de servicios un medidor de óxido nítrico de las inflamaciones bronquioasmales, un nuevo sistema que permite la detección precoz del asma. Este hospital también ha incorporado un nuevo tipo de vacuna para el tratamiento de las alergias. Se trata de la vacuna sublingual (bajo la lengua), a diferencia de la subcutánea que se administra semanalmente.

Hasta el momento, el método empleado para diagnosticar, tratar y seguir la evolución del paciente era las espirometría (medición de la capacidad pulmonar), así como las visitas periódicas del paciente a la consulta.

Con la nueva herramienta, el medidor de óxido nítrico de las inflamaciones bronquioasmales, los profesionales disponen de un nuevo apoyo al diagnóstico empírico, permitiendo un mayor control de la enfermedad.

Además, permite realizar un tratamiento más correcto, ya sea subiendo o bajando la dosis de corticoides, toda vez que permite predecir posibles agudizaciones, sobre todo en pacientes con asmas severos.

Al utilizar el medidor de óxido nítrico de las inflamaciones bronquioasmales, el paciente sólo tiene que efectuar una expiración suave durante varios segundo, siendo el mismo medidor el que determina si la prueba ha sido positiva o hay que repetirla.

Esta medición comenzó a utilizarse en las unidades de Pediatría a fin de ajustar al máximo las dosis que se debía dar a los más pequeños, ampliándose posteriormente su uso a los adultos. En la actualidad, son ya 240 los pacientes a los que se le ha realizado 320 determinaciones.

La Unidad de Asma del Virgen del Rocío, por la que pasan una media de 25 pacientes diarios, atendió en 2007 a un total de 926 pacientes y recibió a 2.457 pacientes en revisiones.

Vacuna sublingual

Además, este hospital sevillano también ha incorporado un nuevo tipo de vacuna para el tratamiento de las alergias. Se trata de la vacuna sublingual (bajo la lengua), a diferencia de la subcutánea que se administra semanalmente.

La principal ventaja de la vacuna sublingual radica en la comodidad que experimenta el paciente, ya que no tiene que desplazarse hasta un centro médico a administrársela al no tener efectos secundarios que puedan requerir intervención sanitaria.

Este tratamiento se comienza a administrar de tres a seis meses antes de la temporada alta de alergias (entre noviembre y abril) y se abandona una vez se manifiestan los primeros signos de la alergia. Un total de 30 personas siguen actualmente esta terapia "con excelentes resultados".