COINCIDIÓ con él en un ascensor del Icona (Instituto para la Conservación de la Naturaleza) y con los años se convertiría en su biógrafo. Benigno Varillas (Oviedo, 1953), pionero del periodismo ambiental, trajo ayer una reliquia científica de Félix Rodríguez de la Fuente (Poza de la Sal, Burgos, 1928, Alaska, 1980).

El halcón peregrino y el azor realizaron un vuelo en el tiempo desde el Ateneo de Sevilla hasta Mairena del Aljarafe, desde el 27 de marzo de 1965 al 30 de marzo de 2014. Un vuelo Por donde corren los vientos, por ceñirnos al título de la exposición de Justo Girón que ahora puede verse en el centro mairenero, que antes fue primer colegio público de la localidad y conservatorio. "Por eso tiene tan buena audición", dice Carmen Viera, programadora.

Es verdad. Se oía a la perfección el ruido del halcón peregrino, del azor, del águila calzada, de la urraca, "el pájaro más astuto y pérfido del bosque", de sus primas las grajas y las cornejas. Señores del espacio, tituló este documental Félix Rodríguez de la Fuente, que en primicia absoluta se estrenó en el Ateneo de Sevilla, que presidía Joaquín Carlos López-Lozano, la primera semana de la primavera de 1965.

"Llegó recién salido del laboratorio", cuenta el biógrafo del popular y querido documentalista. "En mayo se estrenó en las salas y después que se viera en Sevilla lo vio en un pase privado Francisco Franco y también hicieron una sesión especial para que el Príncipe Juan Carlos lo viera con algunos amigos extranjeros", dice Varillas, que ya estuvo en esta sala como alumno de un curso de Fotografía Instantánea impartido por José María Montero, que hizo de presentador.

Fue la contribución de Rodríguez de la Fuente a un sos que le mandó Juan de Aizpuru, ingeniero agrónomo, entonces jefe provincial de Caza y Pesca, para que salvara Doñana el mismo año que se había puesto en marcha la Estación Biológica. "Debió ser a través del primer director del parque nacional, José Antonio Valverde. Félix era de Burgos y Valverde de Valladolid. Eran dos alfas, el alfa en el argot de la fauna es el lobo-jefe de la manada. Lo mismo se tiraban los trastos a la cabeza que eran uña y carne".

La sala Rolando Campos del Ateneo de Mairena se llenó para contemplar esta auténtica primicia con la voz única de Félix Rodríguez de la Fuente. Un Land Rover aparece en primer plano aparcando junto a la Roca de los Halcones. El narrador describe sus costumbres, el reparto de roles. "El macho caza la pieza, la hembra la despedaza, alimenta a las crías y cuida del nido".

Una película científica con una génesis muy cinematográfica. "Félix colaboró en la película El Cid, que el productor Samuel Bronston rodó en Burgos con Charlton Heston y Sofía Loren. Hay una foto de Heston, Félix y Ramón Menéndez Pidal, que era asesor histórico de la cinta". La relación del naturalista con la película es doble: por una parte, convence a Bronston de que un personaje como El Cid ha de tener nociones de cetrería; por otra, "descubre el cine, la magia de las cámaras, y allí encuentra los primeros técnicos con los que empieza a trabajar".

El insólito conferenciante del Ateneo hispalense tuvo que vencer los resabios científicos de sus colegas. "Su afición a la cetrería le hacía ser denostado por ornitólogos y conservacionistas, cuando entonces era un acto de salvación". En el documental, cuenta que sin la labor depredadora del halcón sobre las palomas, los efectos de éstas en la agricultura serían muy dañinos". Y los prejuicios políticos. "Se le asociaba ideológicamente al franquismo", dice Varillas, "pero fue un visionario, un vanguardista, un pionero".

Le dedicó a Doñana siete programas de radio, una serie de reportajes periodísticos y dos de los trece capítulos de la serie Fauna Ibérica. Le costó diez años convencer a Televisión Española para que contara con sus servicios. "Cuando hizo El Hombre y la Tierra, buscó contactos con los gobiernos de Venezuela y Canadá. En España, se comprometió a hacerlo sin cobrar nada, sólo un porcentaje de las ventas al extranjero. Fue en 1973 y lo compraron muchísimos países. No cobró un duro y se hizo rico".

El documental Señores del espacio forma parte de un conjunto de trabajos que tituló Alas y garras. "Mucha gente se puede preguntar qué relación tienen la cetrería y Doñana", apunta Benigno Varillas, pionero a su manera, un reportero que ha convivido con los masai y descubrió las bondades de internet. "La relación era evidente. Félix veía en Doñana lo mismo que había visto en los halcones y después vería en los lobos, la importancia radical de lo salvaje y de lo libre".

En esta sala está la biblioteca del Ateneo. Dice Varillas que los documentales de Rodríguez de la Fuente tienen los ingredientes de las novelas, "ternura, sexo y violencia". Murió al estrellarse en Alaska el 14 de marzo de 1980 la avioneta en la que viajaba a sus quehaceres. Ese día cumplía 52 años. Todos los viernes hay en el Ateneo mairenero conciertos de música, "desde clásica a raperos", explica Carmen Viera. La simbiosis perfecta de estas aves de presa, el azor, "pirata de la espesura", y el halcón peregrino, en los que voló Félix Rodríguez de la Fuente para salvar Doñana. El ilustre paisano del cazador Miguel Delibes. "Al hijo del escritor lo eligió porque buscaba al más espabilado de la Facultad".