"Me presento con más ilusión que las anteriores veces, gané en 2011 y me he desvivido". Con este ánimo inició este miércoles el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, el debate con periodistas que tuvo lugar en las instalaciones de la CEU San Pablo. Un encuentro en el que el alcalde admitió que, si repetir con 20 concejales es imposible, aspira a lograr una mayoría suficiente para gobernar. Un nuevo escenario que obliga a plantearse la posibilidad de pactos con otras fuerzas.

A este respecto, Zoido expresó su "respeto absoluto" a todas las nuevas fuerzas, como Ciudadanos o cualquier adversario político y apuntó que "todos pueden ser buenos socios de gobierno". El alcalde sí matizó que, si se diera dicha situación, obviamente habría condiciones que cumplir.

"No podemos llegar a la ideologización absoluta en temas municipales, se trata de arreglar problemas de interés general", insistió, apuntando que "jamás le he faltado al respeto a una formación política". Zoido advirtió que, bajo su criterio, debe gobernar la lista más votada. "A ver si todos los candidatos dicen lo mismo", apuntó.

Confiado en que revalidará su mayoría, aunque no absoluta, explicó que sus planes pasan por repetir el actual modelo de gobierno, basado en grandes áreas de poder concentrarlas en pocos concejales. Esa fórmula le permitirá, según explicó, tener un edil por distrito y eso facilitará la proximidad con los vecinos, una de las señas de identidad de su gobierno, reiteró el alcalde ante el auditorio. El alcalde también recordó que no abandonará la austeridad en su gobierno y que apostará por la "profesionalización de las empresas públicas".

Zoido insistió en la tolerancia cero contra la corrupción y lamentó que los casos que se han ido conociendo en los últimos años no hayan servido "para poner de patitas en la calle a algunos", al margen después de las responsabilidades penales que se puedan derivar.

El primer edil volvió a hacer referencia a la herencia recibida -"siempre se nos pide más, pero a veces ha sido imposible dar más"- y a la deuda oculta, "por la que nadie aún ha pedido perdón". Según Zoido, el endeudamiento actual es del 60%, mientras que en 2011 era del 100%, lo máximo permitido. "Cuando termine el mandato, la situación financiera del Ayuntamiento cabrá en una hoja, estamos pagando ahora en nueve días a los proveedores", apuntó.