Humillados, estafados y hundidos. Así se sienten los afectados por el caso Riverduero, entidad cuya sede en Sevilla contaba con alrededor de 170 inversores andaluces. En el conjunto estatal los afectados son 500. Cada uno invirtió, de media, entre 30.000 y 50.000 euros de sus ahorros y ahora no tienen nada. La mayoría de los afectados prefieren mantener el anonimato porque se sienten sumamente humillados. Como un castillo de naipes se han derrumbado miles de proyectos de familias que confiaron los ahorros de toda una vida a Riverduero, entidad dedicada a inversiones de alto riesgo acusada de una presunta estafa que asciende a los 25 millones de euros. Mientras que las denuncias se suceden ante al Audiencia Nacional, que se hará cargo del caso, ayer en Sevilla se reunieron alrededor de 20 afectados para intercambiar información y estudiar las posibles medidas judiciales conjuntas.

Con indignación en sus palabras, una joven sevillana, C.P.D., que invirtió 90.000 euros, explicó ayer que Riverduero le engañó cuando en octubre del año pasado intentó retirar su inversión para comprar una vivienda. "Siempre tenían excusas para no devolverme mi dinero. Primero me comentaron que la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) pone muchos requisitos para el movimiento de capital", comentó C.P.D. Y lo cierto es que la CNMV -entidad que encargada de supervisar la actividad de las firmas que cotizan en bolsa-no tiene registrada a Riverduero. "Sin dinero, y sin piso". Y a "trabajar para ellos", comentó con lamento en sus palabras.

"Siempre me daban largas, que si los bancos no entregaban el dinero, que si las oficinas estaban cerradas en ese momento". A C.P.D. le comenzó a oler mal el trato que recibía de Riverduero y, ante la imposiblidad de recuperar su dinero, recurrió a los tribunales. Ayer C.P.D. acudió a la convocatoria que realizó la asociación de usuarios de bancos, cajas y seguros Adicae. A la cita acudieron familias enteras afectadas. "Me enteré de la existencia de esta entidad por un familiar" es la afirmación más reiterada por los afectados cuando les preguntan cómo conocieron Riverduero. Esta entidad se dio a conocer de boca en boca hasta alcanzar los 170 inversores. Entre ellos se encuentra C.C. un padre de familia que destinó 35.000 euros ahorrados durante toda la vida. "Es el dinero de la familia, de mis hijos", explicó ayer con desconcierto ante la posibilidad de perderlo todo. Pero C.C. está seguro de que recuperará su dinero, o al menos hará todo lo posible.

N.A. es una joven gaditana que estudia oposiciones y hace dos años decidió invertir todos sus ahorros, 11.000 euros, y además convenció a su hermana, V.A. para que también invirtiera los suyos, 14.000 euros. "Mi objetivo era poder mantenerme con los intereses de esta inversión para pagar la academia de las oposiciones hasta aprobar los exámenes. Lo he perdido todo. Soy más pobre que nunca", lamenta esta joven. N.A. conoció la existencia de Riverduero por un amigo que la animó. "Realmente no conocía el destino del dinero, pero Riverduero me garantizó una alta rentabilidad. Cada tres meses recibía por mi dinero 600 euros", explica N.A. Con estos intereses esta joven subsistía y ahora está sin nada, pero con esperanza de aprobar las oposiciones de la Junta en mayo y olvidar esta pesadilla.

Algunos de los estafados están convencidos de que no recuperarán sus ahorros, como es el caso de C.P.D., que recuerda que la entidad es insolvente. Pero otros aún no han perdido la esperanza, si bien el escepticismo es el sentimiento más compartido por las personas reunidas ayer en el centro cívico Torre del Agua. Un joven funcionario lamentó ayer los 45.000 euros que junto a su mujer logró ahorrar desde su boda hace dos años. Lo invirtió todo en Riverduero. "Mis familiares me advirtieron de la poca fiabilidad y me recordaron otros fraudes, pero no los escuché. Ni me preocupé por leer la letra pequeña".