Episodios sevillanos del siglo XX

Los arquitectos artistas del 29

  • ENTREGAS PUBLICADAS 4, 11, 18 y 25 de mayo; 1, 8, 15, 22 y 29 de junio; 6, 13, 20 y 27 de julio; 3, 10, 17 y 24 de agosto de 2008.Sólo de cuatro arquitectos emblemáticos, Aníbal González, Juan Talavera Heredia, José Espiau Muñoz y Vicente Traver, la ciudad perdió un patrimonio único de un centenar de edificios singulares hasta 1979

HASTA 1979, la ciudad perdió más de un centenar de edificios notables construidos por sólo cuatro arquitectos artistas: Aníbal González, José Espiau, Vicente Traver y Juan Talavera. Pero después de 1979 se siguieron destruyendo obras de los mismos autores, y además hay que contar con la demolición de parte de los edificios realizados por más de una veintena de arquitectos del Modernismo, el Regionalismo y el Racionalismo, todos ellos estudiados por el profesor Alberto Villar Movellán en su magnífica trilogía, más dos biografías, y continuada por diversos autores como José María Jiménez Ramón, María del Valle Gómez de Terrero Guardiola, Gabriel Ruiz Cabrero, Víctor Pérez Escolano y otros que han aportado ensayos en las magníficas monografías editadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla y dedicadas a la Arquitectura del Racionalismo, Aníbal González, Antonio Gómez Millán, José Espiau y al análisis de un siglo de arquitectura sevillana. Otra base de datos muy completas está en la Guía de Arquitectura del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla, con introducciones de Manuel Trillo de Leyva, Luis Marín de Terán, Víctor Pérez Escolano, María Teresa Pérez Cano y Eduardo Mosquera Adell. También la Dirección General de Arquitectura y Vivienda de la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, editó una Guía escrita por Guillermo Vázquez Consuegra que incluye gran parte de las construcciones desde el siglo XII hasta 1992.

Los edificios singulares demolidos en la ciudad desde 1940 en adelante, y muy especialmente durante el periodo 1960-1975, suman más de 300 y todos localizados dentro del perímetro del casco antiguo. A ellos deben sumarse los edificios valiosos derribados en Triana, Nervión, San Bernardo, San Roque-La Calzada, el Porvenir… Nosotros estimamos que superan los quinientos edificios desaparecidos y no siempre justificados en la ruina del inmueble. La conclusión es que la ciudad ha perdido un patrimonio único no sólo de fachadas, zaguanes, patios, tejaroces, alfices, yeserías, claustros, forjas en ventanas, balcones, cancelas y barandas; aljimeces, artesonados, alfarjes, azulejería, mármoles, pavimentos, balconadas y demás elementos de mampostería, madera y metal, sino también en ajuares de reposteros, tapices, pinturas, esculturas, bronces, porcelanas, lámparas, cristales emplomados, monteras, bibliotecas y archivos.

Aníbal González y Álvarez-Ossorio (Sevilla, 10 junio 1876-31 mayo 1929), calificado como maestro del regionalismo sevillano por el profesor Villar Movellán, es uno de tantos hijos ilustres de nuestra ciudad que no han tenido el reconocimiento público merecido por sus singulares trayectorias humanas y profesionales, revaloradas por unos servicios excepcionales a su tierra, reflejos de su inmenso amor por Sevilla. Es verdad que Aníbal González tiene rotuladas con su nombre la glorieta que da entrada a la Plaza de España (1929) y una calle en el Cerro del Águila (1936), pero falta el monumento o al menos la placa que recuerde tanto su obra como la gratitud de la ciudad. Incluso el memorial que falta en honor de los arquitectos artistas del regionalismo sevillano, donde junto a Aníbal González se recuerde a la pléyade de veintitantos arquitectos entre precursores, maestros y epígonos, cuya base documental está disponible en las obras del profesor Alberto Villar Movellán, a quien se debe la recuperación de este capítulo básico de la historia de la arquitectura sevillana del siglo XX.

La plaza de América podría ser el lugar adecuado para colocar una placa conmemorativa del CXXV aniversario del nacimiento de Aníbal González, cumplido el 10 de junio de 2001, y que hasta ahora ha pasado desapercibido, pero que aún estamos a tiempo de recuperar antes de que finalice el año 2008.

Hasta muy tardíamente, los años 70 del pasado siglo XX, y gracias a la valiosa labor investigadora del profesor Alberto Villar Movellán, no fue posible conocer en su conjunto el verdadero alcance, decisivo y espléndido de la arquitectura del regionalismo sevillano. Tres obras básicas del citado profesor ofrecen la oportunidad de conocer y valorar justamente el trabajo de una pléyade de arquitectos artistas, así como sus biografías, los catálogos de obras proyectadas y las circunstancias de tiempo y lugar en que se desarrolló su labor.

Alberto Villar Movellán los dividió en cinco grupos. Primero, destaca a "los precursores", donde incluye a José Gómez Otero (1845-1920) y Simón Barris y Bes (1859-1912). El segundo grupo lo denomina "maestros del regionalismo", donde están Aníbal González y Álvarez-Ossorio (1876-1929), José Gómez Millán (1878-1962), José Espiau y Muñoz (1884-1938), Juan Talavera y Heredia (1880-1960), Antonio Gómez Millán (1883-1956), Francisco Hernández-Rubio y Gómez (1857-1950), Vicente Traver y Tomás (1889-1979?), Antonio Arévalo Martínez (1871-1948), Ramón Balbuena y Huertas (1883-1967), Pedro Fernández de Heredia y Listrán (1879-1870), y Ricardo Magdalena Gallifa (1878-1945).

En el tercer grupo, que titula "La generación de 1917", incluye a Pedro Sánchez Núñez (1882-1956), Antonio Illanes del Río (1883-1973), Juan José López Sáez (1889-1965), Leopoldo Carrera Díez (1895-1960), y Luis Fernández-Palacios Palazuelos (1896-1992).

Luego viene el grupo de "los epígonos del regionalismo", integrado por Rafael Arévalo Carrasco (1898-1952), José Granado de la Vega (1898-?), Aurelio Gómez Millán (1898-1991), y Francisco Pérez Bergali (1898-1973). Por último, cierra el grupo de "los racionalistas", formado por Gabriel Lupiañez y Gely (1900-1942), Antonio Delgado Roig (1902-2002), José Galnares Sagastizábal (1904-1977), y Joaquín Díaz Langa (1907-1985).

Entre otras obras emblemáticas de la arquitectura del regionalismo sevillano, tenemos el cine Coliseo España (1925-30), de José y Aurelio Gómez Millán Aurelio. Los edificios de La Adriática (1914-22), Casa Calvi (1910) y el Hotel Alfonso XIII, de José Espiau y Muñoz. La casa del marqués de la Motilla y más de un centenar de edificios, en su mayoría vinculados a la arquitectura del regionalismo sevillano, de Vicente Traver y Tomás y Juan Talavera y Heredia. Mención especial merece la obra legada a la ciudad por Aníbal González y Álvarez-Ossorio, como las plazas de España y de América. Todavía puede hacerse una ruta de la arquitectura del regionalismo sevillano por numerosas calles del casco antiguo.

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