Hoy (20:30) se inaugura algo que es mucho más que una exposición de Arte. Para empezar, su título, Luz a África, no es simplemente un recurso poético, sino un objetivo real. Porque desde que Proyecto Visión, la ONG a cuyos proyectos van destinados los fondos de los cuadros donados por los artistas participantes, fue fundada en 1994, ha ayudado a devolver la vista o a evitar que se queden ciegas miles de personas en Etiopía. Aunque su labor no se queda ahí.

Todo empezó en el Tigray, una de las regiones más pobres del planeta, escenario de algunas de las más terribles hambrunas de la historia de la humanidad y una zona con uno de los más altos índices de tracoma, enfermedad que causa la ceguera, debido a la malnutrición y a la dificultad para acceder al agua.

Una visita de unos oftalmólogos catalanes se tradujo en una colaboración permanente, desde 1994, que se ha traducido en sucesivos viajes de equipos médicos españoles que, durante unas semanas, operan a cientos de pacientes que se trasladan incluso más de cien kilómetros a pie para poder ser curados. Lo que no extraña, si se tiene en cuenta que en el Tigray, con seis millones de habitantes, hasta la llegada de Proyecto Visión sólo había dos oftalmólogos para atender a toda la población.

Uno de esos equipos, compuesto por las sevillanas Teresa Díaz Alonso, Maite Pastor Ramos, Carmen Martínez Cáceres y Beatriz Ponte Zúñiga, a las que se han unido en algún viaje Sara Modroño y Beatriz Mataix, se han convertido desde hace dos años en la delegación Sur de la ONG, lo que significa que, además de las expediciones médicas, dedican su tiempo libre a organizar actividades para buscar fondos que sufraguen los programas de Proyecto Visión.

De ahí la organización de esta exposición, en la que casi 100 artistas -los nombres y las obras pueden verse en la página web del evento- han cedido gratuitamente sus trabajos para ser vendidos y que los fondos obtenidos sean destinados, íntegramente, a dichos proyectos, dado que el trabajo de todos los componentes de la ONG es absolutamente gratuito y que los gastos de gestión son por tanto, prácticamente cero, mientras que los materiales sanitarios y otros son donados por diversas instituciones y personas.

Este verano, Beatriz, Maite, Teresa, Carmen y compañía volverán a Etiopía. Todos los años, tras la durísima experiencia de varias semanas operando ojos en estados deplorables como no se ven en Europa desde hace décadas, con escasez de medios, calor y moscas, juran que no volverán. Pero siempre vuelven. Por eso, ésta no es una exposición más.