El vuelo 3719 de la compañía Iberia, que cubría la ruta de Tánger-Madrid y que despegó por la mañana del domingo del aeropuerto marroquí con destino a la capital española, tuvo que aterrizar cerca de las tres de la tarde en el aeropuerto de San Pablo después de que una mujer británica de 40 años falleciera en pleno vuelo por causas que se desconocían al cierre de esta edición.

Según informaron a Europa Press fuentes de AENA, el vuelo de la compañía española dio la voz de alarma al aeropuerto de Sevilla poco antes del mediodía, después de que la fallecida, una mujer, Paula S. de 40 años, de la localidad de Chelmsford en Reino Unido, se encontrara mal en su regreso a Madrid.

Estas mismas fuentes señalaron que el vuelo 3719 de la compañía Iberia aterrizó a las 14:59 en el aeropuerto sevillano, una escala que no tenía prevista a no ser por lo ocurrido. Así, la tripulación desembarcó a todo el pasaje como paso previo para el posterior levantamiento del cadáver por el médico forense.

De esta forma, el vuelo volvió a tomar su rumbo a las 18:50 del domingo, una vez que llegaron los servicios médicos del aeropuerto de San Pablo, que lo único que pudieron fue certificar la muerte de la mujer. Tal y como confirmó AENA, esta incidencia no afectó al tráfico aéreo.

La Guardia Civil informó de que hasta el lugar de aterrizaje del avión se trasladaron los efectivos del instituto armado del aeropuerto de San Pablo y los servicios sanitarios del 061. El cuerpo de la fallecida fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Sevilla para realizarle la autopsia.

Fuentes del aeropuerto explicaron que el incidente no alteró la normalidad en el aeródromo sevillano. El fallecimiento sorprendió a los pasajeros del vuelo, que a las dos horas retomaron su rumbo.