Sevilla

Un avión europeo con impacto andaluz

  • La industria auxiliar andaluza aplaude el despegue del programa tras años de incertidumbre · Quince firmas de la comunidad desarrollan trabajos para el A400M y absorben la mitad de la facturación subcontratada

El A400M es un avión fruto de la cooperación europea, pero con un tremendo impacto local. Si bien el proyecto hunde sus raíces en factorías tan dispersas como Bremen (Alemania), Saint Nazaire (Francia), Filton (Reino Unido) o Ankara (Turquía), ha servido para situar a Andalucía en el mapa de la aeronáutica mundial. El programa supone una de las mayores oportunidades industriales de los últimos tiempos para la región, no sólo por la ubicación en Sevilla de la planta de ensamblaje de las aeronaves, sino por la carga de trabajo que reparte entre el tejido auxiliar.

Sin ir más lejos, son 15 las empresas de la región que han logrado hacerse con un trozo del pastel -dos de Cádiz y el resto de Sevilla- y, entre todas, absorben ni más ni menos que la mitad de la facturación subcontratada por Airbus Military.

Sevilla Control, Navair, Consur Airgroup, Elimco, Easy Industrial Solutions, STSA, Grupo Tam, Grupo Alcor o LTK400 son algunas de las que tienen vínculos con el avión militar. En mayor o menor medida, todas ellas han sufrido las vicisitudes de un programa que acumula varios años de retraso -las primeras entregas se realizarán en 2012, tres ejercicios después de los previsto- y que, en algunos casos, ha provocado serias dificultades en el desarrollo de su actividad. De ahí que, ante el primer vuelo del avión, todas hayan visto el cielo abierto. Una vez superado este hito, el tejido espera rentabilizar las inversiones realizadas y dejar atrás los quebraderos de cabeza provocados tanto por este programa como por el del superjumbo de Airbus, el A380, que dejó profundamente tocada a la industria local.

Asimismo, el empresariado también desea que el primer vuelo del A400M sirva para desatascar la ampliación de Aerópolis, el Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía, situado estratégicamente junto al aeropuerto de San Pablo y la FAL, que lleva dos años en stand by a la espera de que pasen las turbulencias.

El A400M es el primer avión militar de nuevo desarrollo de los últimos 30 años. Por ello, dadas las dificultades técnicas de un proyecto de esta envergadura, ha atravesado por múltiples complicaciones. Al reto de hacer un avión desde cero se ha sumado la meta de coordinar a todos los socios industriales desde donde parten las diferentes piezas que se ensamblan en Sevilla, y los problemas generados por los motores del avión, elementos muy complejos que han tenido en jaque al consorcio aeronáutico durante meses, han provocado importantes retrasos y sobrecostes a la compañía de más de 2.400 millones de euros.

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