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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

metrópolis | Tiro de Línea

La barriada por la que se 'pasea' Murillo

  • Campo de Tiro. En su nomenclatura popular está el antiguo campo de tiro donde hacían práctica los militares, cuyo legado es un almirante del callejero que sale en los libros de Historia.

Un barrio muy barrio, que es lo que hace a las ciudades muy ciudades. El Escorial de este Felipe II se llama Catalana de Gas, un edificio matriz de Tiro de Línea, buque insignia de los primeros movimiento demográficos en un barrio que une el parque con las afueras y tenía el palquillo de su hermandad en un paso a nivel del ferrocarril. Sevilla, Hispalis, Isbilya. Sepia, jibia, pilorriza. A esta calle le pasa lo que a Sevilla o a la sepia. En muy poco tiempo ha tenido tres nombres: General Merry, Pilar Bardem, Nuestra Señora de las Mercedes.

Es la titular del Tiro de Línea. Dos cardenales lo rubrican en una placa al final de Almirante Topete. El 23 de septiembre de 1972, el cardenal Bueno Monreal coronó a Nuestra Señora de las Mercedes y justo un cuarto de siglo después, 20 de septiembre de 1997, el arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo, después cardenal, bendijo el azulejo.

El callejero permite esas piruetas. La avenida Cardenal Bueno Monreal se cruza con la que lleva el nombre de Ramón Carande, que más de una vez se cruzarían cuando el segundo, acompañado de María Asunción Milá de Salinas, visitaba el Palacio Arzobispal para que el mitrado intentara ablandar la roca que el inquilino del Pardo tenía por corazón.

"Os enseñaría la casa pero estoy de pintores", dice una vecina de la calle Rodríguez de Bustamante. Un cliente del bar Casa Molina reconoce a su profesora de Baile. Lo abrió en 1961 el padre de José María, el abuelo de Raúl Molina. Dos generaciones que ahora llevan el timón. "Mi padre se vino de San Bernardo con dos años y medio y tiene 92. Es del año 25". El vermut es Quinto Centenario y junto a la foto de sus fundadores, José María Molina e Isabel Trabajo, hay un cartel de un Betis-Atlético de Madrid de la época del marcador simultáneo Dardo.

Juan Lucenilla nació el año que murió la Guerra Civil. 1939. También se vino de San Bernardo. El noveno de los doce hijos de María. "Estas viviendas las hizo Queipo de Llano". Es una institución en el barrio porque puso en movimiento a los vecinos con su taller de motos. "Primero con las Vespino, Mobylette y más tarde el servicio oficial de Vespa". Dos hijos: ella es profesora, el varón lleva las riendas del taller.

El antiguo colegio Los Alambres es ahora un espacio abierto. Como en toda la ciudad, también cerró sus puertas y sus sueños el cine de verano Almirante. El parque Celestino Mutis separa -o une- Tiro de Línea del Polígono Sur. Pero hay una relación permeable. En el autobús, la línea 31; y a pie, como Carmen, una vecina de las Tres Mil Viviendas a la que otra de Tiro de Línea reconoce porque era la que venía todos los días a cuidar de su madre. En las paradas de autobús, fotos de Fernando Alonso, porque hoy empieza en las antípodas la temporada de Fórmula 1.

Dicen que el Tiro de Línea era la Ciudad Expo de la Exposición de 1929, la que se dibuja allende la avenida Felipe II esquina con la Borbolla, calle para un alcalde y ministro cuyo bisnieto, José Rodríguez de la Borbolla, suele visitar el barrio con un doble y noble fin: acudir a las reuniones de la Agrupación Local Sur Rosa Luxemburgo y probar la sangre encebollada en Casa Benito, clásico del yantar y la tertulia que fundó Benito Leco en 1956, mantuvo el testigo su hijo Benito y acaba de hacerse con el negocio Jonathan, que cambió el volante de su camión por el bar que va a ampliar con vistas a Semana Santa, que explota en gentío, recuerdos y reencuentros en cada Lunes Santo.

En el exterior de la plaza de Abastos hay un camión donde se lee Adquiera Salud, coma Fruta y Verduras. Carmeli. Carmeli es el nombre familiar de Carmen García García, que nació en 1951 y lleva 48 años en el mercado del Tiro de Línea. A su padre le decían Luis el Carbonero. Tuvo un puesto de frutas y ahora ella es la capitana. "Hay cinco puestos de mi familia". Desde hace 17 años, se ha especializado en comidas preparadas. "Me acordé de ti porque hice anchoas", le dice a Nani, una clienta de toda la vida. Tiene menú del día y es el avío para muchas familias, remedio contra el estrés, conciliación con beneficios en el bolsillo y el paladar. "El atún lo lleva por dentro", le dice a un señor que pidió una tarrina de ensaladilla rusa, que le encantaría a Rosa Luxemburgo. Da comidas para reuniones del equipo de Juan y Medio. Leo Chaves, hermano del ex presidente de la Junta, pasa por el mercado con un ramo de flores. Flores de mar parecen las merluzas de pincho del puesto de Adolfo González, medio siglo en el mercado. "Vienen de Burela, del Cantábrico".

La piscina lleva años cerrada, no tantos como el cine de verano. El 15 de noviembre de 1968 abrió sus puertas la droguería. "Mire usted, parece de Cuéntame". En puertas de sus bodas de oro, la puso en marcha Teodoro Serrano. "Mi padre", dice Teodoro Serrano jr., "vivía en Miguel Cid y venía todos los días en bicicleta, lloviera o venteara porque el autobús se quedaba en el paso a nivel". Le ha pasado las riendas a su hermano José María.

Junto al Tiro de Línea hay barriadas más pequeñas: Santa Genoveva, Santa Bárbara. Hay un ostensible desnivel, visible en numerosas rampas entre Almirante Topete y una zona de casitas bajas, autoconstruidas. "Cada vez que llovía, la zona se inundaba y tenían que llamar a Emasesa". La calle transversal se llama Lora del Río, como invocando a la calle-río de las lluvias, en la que desembocan Estepa, Marchena, Osuna, Sanlúcar la Mayor.

De un garaje sale música de Semana Santa. Dentro hay un misterio. "Pasen, que no me como a nadie". La afición de Joaquín Ramos Fernández es hacer pasos en miniatura. Como es trianero del Altozano -"me casé y me tuve que venir a vivir al Tiro de Línea"-, tiene a casi todos los titulares de su barrio. El soporte son cajas de frutas como las que pregona Carmeli en su camión. En esta procesión de emociones están el Cristo de las Tres Caídas, la Esperanza de Triana, "la que va por el puente", el Cachorro, el Cristo de la O, "el jorobadito", el Cristo de las Penas de la Estrella. "Los hago a partir de dibujos de mi nieto de nueve años". Todos de Triana, salvo el Gran Poder y el Cautivo de Santa Genoveva. En una furgoneta viajarán hasta Alemania, a Múnich, donde este trianero trabajó durante diez años en los ferrocarriles. "Mi misión era echarle agua y calefacción a los trenes". Los destinatarios de las imágenes con amigos suyos que no volvieron para que en sus casas, sus negocios, los bares que regentan, puedan vivir la Semana Santa de la tierra.

"Estaba en Múnich cuando se disputaron los Juegos Olímpicos de 1972". Recuerda el atentado de Septiembre Negro contra la delegación israelí y las veces que subió al podio Mark Spitz, que en el Tiro de Línea no tendría piscina para nadar. Fue encargado de las cafeterías del hospital Virgen del Rocío y su paraíso sigue estando en Triana. "Mi tía Peregrina tenía una droguería en Chapina".

El pavía de bacalao es la especialidad señera del bar Benito. Pavías en Topete, curiosa redundancia. La presencia del almirante en el callejero habla de la condición militar de los primeros pobladores. Juan Antonio Pérez lleva 33 años de camarero en Benito. Entró soltero y está a punto de ser abuelo. "Empecé soltero y sólo me casé cuando Benito me hizo el contrato". En el bar permanece un cartel de la campaña ¡Contamos Contigo!: "Si te encuentras delgadito y quieres ser un atleta, cómete un rico pinchito que vale...". La rima era con pesetas, pura arqueología, como las raíces castrenses del barrio.

Muchas son las motivaciones para una mudanza. Manuel Llorens se casó con una señora de Constantina que murió de tuberculosis. El joven viudo se quedó con las dos hijas gemelas, Ana y Carmela, que estudiaron en el colegio de la Doctrina Cristiana,en Heliópolis. Se casó en segunda nupcias para que las niñas no estuvieran desamparadas. La familia se fue a vivir al centro y la segunda esposa empezó a enfermar y a tener achaques del pecho. Al marido le recomendaron por prescripción facultativa buscar una casa donde corriera el aire. "Todo esto era campo, aire puro, salvo estas casas que habían construido para los oficiales de la Exposición del 29 cerca de los chalecitos de Heliópolis", dice Nani, la nieta de Manuel, hija de Ana, sobrina de Carmela. Llorens, vinculado con los pioneros del cinematográfo, se vino al Tiro de Línea para salvar la vida de su segunda esposa y lo consiguió. De paso, les regaló a sus hijas y a sus nietas un barrio para siempre, donde vieron crecer sus familias y fructificar sus anhelos e ilusiones. Ana se casó con Luis, que retomó el tema del cine.

Dicen que algún hermano de Alfonso Guerra vivió y trabajó en la zona. Lo que no han hecho las instituciones de la ciudad lo hace el autobús que, procedente del Prado, atraviesa todo Almirante Topete para adentrarse en el Polígono Sur. 31 Murillo (nombre del barrio del Polígono Sur), se lee en el luminoso del autobús que viene por avenida de la Borbolla y Felipe II, donde cada año tienen su cuartel general Sus Majestades de Oriente.

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