Las botellonas regresan con fuerza al centro y sus alrededores, sobre todo los jueves. La plaza del Salvador, la plaza de la Pescadería, la Alfalfa y las calles aledañas se convirtieron la noche del pasado jueves en una auténtica concentración de jóvenes bebiendo alcohol en la calle, pese a que está prohibido. Hosteleros desbordados. Vecinos indignados y escasa o nula presencia de la Policía Local, según confirmaron numerosos testigos y pudo confirmar este periódico.

El dispositivo especial nocturno de la Policía Local contra este fenómeno suele funcionar sólo los fines de semana, según ha podido saber este periódico, por lo que los jueves -desde el pasado mes de junio- este servicio no se realiza por la supresión de las horas extras a los agentes. Es decir, los días laborables no se actúa contra la botellona, sólo acuden los patrulleros. La noche del pasado jueves sólo había entre seis o siete coches patrulla para toda Sevilla, señalaron desde el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme).

"Tremendo, horroroso y horrible". Con éstas palabras calificaron algunos vecinos y hosteleros de la zona, consultados por este periódico, la concentración de jóvenes de la noche del jueves en el Salvador y su entorno. Residentes que llamaron en más de una ocasión (y de dos) tanto al 112 como a la Policía Local. "Aquí no se ha personado ni ha venido nadie. Se llama a la Policía y no aparece en ningún momento", comentó Antonio Palomino, dueño de la Alicantina. Una afirmación compartida por los vecinos de la zona, que cifran en unos 500, aproximadamente, el número de jóvenes haciendo botellona entre la Alfalfa y la calle Pérez Galdós.

Sin embargo, el Ayuntamiento, en respuesta a la insistente llamada de este periódico, no facilitó finalmente el número de actuaciones de la Policía Local de esa noche y en esas zonas y sostuvo que no habían registrado tanta cantidad de llamadas y que sólo había grupos puntuales de personas bebiendo en la vía pública.

Algunos jóvenes comenzaron a llegar a las nueve de la noche, obligando a algunos bares de alrededor a cerrar, como es el caso de la Bodeguita o la Alicantina, que antes de las once de la noche tuvo que retirar los veladores porque la plaza estaba llena y tenía las terrazas rodeadas de botellonas. "Estamos retrocediendo a años atrás", señaló Palomino, que indicó que desde la Asociación de Hostelería de Sevilla solicitaron hace dos meses una reunión con el delegado de Convivencia y Seguridad, Alfonso Mir, y aún no han recibido respuesta.

La estampa se repitió en la plaza de la Pescadería, donde los camareros estaban desbordados al ver cómo algunos hacían botellona entre los veladores.

Ante esta situación y "dejadez" por parte del Ayuntamiento, los vecinos del centro se reunirán el martes con el sindicato de la Policía Local para buscar una solución. "Hemos pedido reunirnos con el jefe de la Policía Local y con Alfonso Mir, ante la negativa de ambos y viendo que el Consistorio no actúa, vamos a citarnos con los representantes del sindicato", explicó Dolores Dávila, presidenta de la Plataforma Derecho al Descanso, que afirmó que la Policía Local no acude cuando se les llama y que, a veces, pasa algún patrullero, pero ni se para, "pasa absolutamente". "Por eso vamos a hablar con ellos, para ver las directrices que tienen por parte del Ayuntamiento", afirmó.

En los Jardines de Murillo y Plaza de los Refinadores también han proliferado las concentraciones juveniles para beber alcohol, señaló María José del Rey, una vecina, que todos los viernes tiene que llamar a la Policía Local para que acudan a la zona: "El parque está destrozado y nadie nos echa cuenta, salvo el Grupo Giralda".

Anoche, al cierre de esta edición, la botellona ya había tomado de nuevo el centro y los bajos del río, a lo largo de Torneo.