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El asesinato de Marta

La búsqueda de Marta se centra en la finca Majaloba

  • El lugar indicado por Carcaño es un solar abandonado y convertido en escombrera ilegal en el kilómetro 6 de la carretera Sevilla-La Rinconada. Desde León XIII se tarda menos de un cuarto de hora en llegar.

La búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en La Rinconada se ha centrado hasta el momento en la finca Majaloba, ubicada en el kilómetro 6 de la A-8002, la carretera que une Sevilla con este municipio del área metropolitana. Allí es donde Miguel Carcaño llevó a los agentes del Grupo de Menores en las dos salidas autorizadas de la prisión de Morón de la Frontera, si bien no concretó con exactitud ningún punto de este terreno. Por el momento el solar se ha inspeccionado tanto de manera ocular como con el georradar, gestiones que han sido hasta ahora infructuosas.

La finca está ubicada a una distancia inferior a seis kilómetros de la casa de la calle León XIII en la que fue asesinada Marta del Castillo. Desde la puerta del número 78 de esta calle, donde vivía el asesino confeso, hasta el solar se tarda menos de un cuarto de hora en una mañana de una jornada laborable, por lo que de noche y en fin de semana el trayecto puede cubrirse en menos de diez minutos. Según la última declaración de Miguel Carcaño ante la Policía, que supone su séptima versión del crimen, tanto él como su hermano, Francisco Javier Delgado, habrían llevado allí el cadáver de la adolescente y lo habrían enterrado en una zanja, después de que Delgado matase a Marta a golpes con la culata de una pistola.

Siempre según esta versión, Delgado se habría hecho con el coche de su ex mujer para trasladar el cuerpo, mientras que Miguel Carcaño siguió al vehículo conducido por su hermano con su ciclomotor. El trayecto es prácticamente una línea recta desde León XIII hasta la antigua finca Majaloba, a la que se llegaría por la avenida de San Lázaro para luego cruzar la ronda urbana norte y seguir por San Jerónimo, dejando a la derecha el cementerio y el tanatorio de Servisa para salir de Sevilla cruzando un puente y continuando recto hacia La Rinconada. En el tramo urbano hay sólo tres semáforos que habrían podido añadir algunos minutos al traslado.

Una vez en la carretera A-8002, ambos vehículos habrían rebasado el salón de celebraciones Oasis y el hotel Majaravique para, después de una rotonda, llegar hasta la venta llamada El Horno de Curro y una gasolinera de Repsol. Allí habrían realizado un cambio de sentido, bien mediante un giro indebido en la carretera o llegando a una rotonda situada medio kilómetro más arriba. Ya en sentido Sevilla, la antigua finca tiene una entrada desde la misma carretera, justo al lado de la sede de la empresa de distribución de pollos Grupo Sada. Lo que fue en su día el camino de acceso a esta finca está cerrado con una verja, pero se puede franquear fácilmente a pie por un lateral, donde la valla ha desaparecido. También se puede acceder desde la carretera unos metros más adelante.

La finca está prácticamente abandonada, en ella hay una construcción ruinosa que debió ser un antiguo secadero de tabaco y que también ha sido inspeccionada por la Policía. Parte del terreno está convertido en una escombrera ilegal y en ella hay también restos de bolsas de plástico, botellas, ladrillos, tejas, cables, techos de uralita, sanitarios e incluso alguna mochila abandonada. La finca está completamente cubierta de hierbas y plantas salvajes, algunas de las cuales se levantan del suelo más de un metro. En el piso quedan restos de los antiguos muros que parcelaban el terreno y, casi escondidos en la maleza, dos mojones recuerdan con una inscripción el nombre de la finca. En invierno esta vegetación no existiría y el acceso sería mucho más fácil. Aun así, se trata de un lugar de difícil acceso, ya que obliga a dejar el vehículo prácticamente en el arcén de la carretera. Según algunas fuentes, Javier Delgado habría trabajado como vigilante hace años en un edificio público situado en las proximidades de esta finca, por lo que podría conocer bien este terreno. En su nueva declaración, que tendrá que ser ratificada ante el juez del caso, Miguel Carcaño aseguró que la noche del 24 de enero enterraron el cadáver en una zanja al final de un camino agrícola y que volvieron la noche siguiente para cubrirlo con cal viva y acelerar así el proceso de descomposición, tratando de que el cuerpo no pudiera ser identificado.

El Grupo de Menores de la Policía Nacional, que desde el principio ha llevado la investigación del caso, está a la espera de que el juez de Instrucción 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, tome alguna decisión sobre la nueva versión de Miguel Carcaño, en el marco de las nuevas diligencias previas abiertas por un delito de homicidio, al margen de la investigación separada que se desarrolla por la búsqueda del cuerpo. El juez citará en los próximos días al único condenado por el asesinato para que ratifique la nueva versión ofrecida ante la Policía, en la que inculpa como único autor de la muerte de Marta a su hermano.

En esta ocasión Carcaño está citado como testigo, por lo que tiene la obligación de decir la verdad. La Policía Nacional ha imputado ya por el homicidio a Francisco Javier Delgado, que se acogió a su derecho a no declarar en su comparecencia ante el Grupo de Menores el pasado 11 de abril. El juez esperará a tomarle declaración a su hermano para resolver si cita como imputado a Delgado y si ordena a la Policía que dé prioridad a la búsqueda del cuerpo en la antigua finca Majaloba.

Una pulsera del Betis podría ayudar en las labores

En el caso de que la nueva búsqueda permitiese localizar el cadáver, éste podría ser identificado mediante una prueba de ADN, comparada con una muestra indubitada como la que la Policía Científica obtuvo del cepillo de dientes de Marta tras su desaparición o con algunas que se obtengan a sus padres. Un objeto que ayudaría a identificar el cuerpo antes de la confirmación de las pruebas científicas podría ser una pulsera con el escudo del Betis que Marta llevaba consigo el día de su desaparición, ya que la cal viva no disuelve el metal.

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