La agricultura y la hostelería son los sectores que más contratos generan en la provincia de Sevilla. Se trata de otro de los datos que aporta el Informe del Mercado de Trabajo elaborado por el Gobierno central. Según esta estadística, ambas actividades económicas suponen más del 35% del trabajo creado, seguidas de la construcción y las actividades administrativas.

En la agricultura, en concreto, se dio empleo a 263.967 sevillanos, un 25,27% de las contrataciones. Estas cifras representan un incremento del 6% respecto a las registradas en 2015. En este ámbito económico el hombre se impone claramente a la mujer. Se contrataron a casi 170.000 varones, una cantidad que en el caso del sexo femenino se redujo prácticamente a la mitad: 94.500.

La hostelería constituye el segundo grupo de contratación. Fueron 182.307 sevillanos los que consiguieron un trabajo en un bar, cafetería u otro tipo de establecimiento relacionado con la restauración. Dicha cifra se incrementó casi un 18% respecto al ejercicio anterior. Aquí se asiste a un empate entre hombres y mujeres (91.179 y 91.128) a la hora de desempeñar esta labor. El alto porcentaje de aumento de las contrataciones evidencia que la burbuja hostelera se mantiene activa en la provincia y representa una de las principales vías para encontrar trabajo.

El tercer grupo más importante a la hora de generar empleo es el de la construcción, con 106.102 contratos firmados en 2016, casi un 4% más que en 2015. Se trata del porcentaje de aumento interanual más pequeño de los observados hasta ahora, lo que supone un claro síntoma de la lenta recuperación de este sector, pilar de la economía de la provincia hace una década. De nuevo aquí destaca el varón (92.853) frente a la mujer (12.249).

El último gran sector de contratación lo componen las tareas administrativas y los servicios auxiliares, que dieron empleo a 93.536 sevillanos. Un dato que aumentó en un año un 7,5%. En este caso, la mujer (48.768 contratos) supera al hombre (44.768) a la hora de encontrar un trabajo en este ámbito.

Otra cuestión muy distinta es la calidad del empleo que se crea. Aquí los datos del referido informe resultan bastante alarmantes. Una situación de la que llevan alertando los sindicatos desde hace tiempo. En 2016 se firmaron 40.615 contratos indefinidos, una cantidad pírrica -sólo supone un 3,8%- al compararla con la de los empleos temporales, que superaron el millón. De los trabajos indefinidos, casi 23.000 fueron a tiempo completo y más de 15.000 a tiempo parcial. Datos bastante equilibrados. En los temporales, la diferencia es mayor. Alrededor de 662.200 fueron para jornada completa y casi la mitad (341.652), a tiempo parcial.