Calle rioja

Un 'capitán' de quince años

  • Vocaciones. Alumno de un colegio de Mijas nacido en 2000 gana el premio del certamen de relato corto de escolares de la Fundación de Cultura Andaluza en su novena edición.

EL inicio de sus vidas baila entre el final de un milenio y el comienzo de otro. Eduardo Rodríguez Urbano tiene los quince años del capitán de Julio Verne. Según las cuentas de Dionisio el Exiguo, al nacer el año 2000 es de un milenio y del siguiente. Con su relato Todo dentro de tu mente, obtuvo el primer premio del concurso Fernán Caballero de Relato Corto para escolares de la Fundación de Cultura Andaluza en su novena edición.

Malagueño de Mijas, su familia es de Montilla, la patria cordobesa del Inca Garcilaso. Llegó a recoger el premio con su familia, con su hermano pelirrojo como él, que hizo de fotógrafo, la directora del IES Vega de Mijas y su profesor de Lengua. A los que debe todo lo que es como incipiente escritor, además de "los compañeros del club de baloncesto y las musas que han formado mi carácter bohemio".

Hijo de cartero y ama de casa, anima a los de su generación a no verse atrapados por "la epidemia de las nuevas tecnologías" en detrimento de los libros, "la puerta de la libertad y el conocimiento". "Como una hormiga saliendo de su galería" sale del Metro el protagonista de su relato.

La historia se le ocurrió a María Beltrán Fernández (Málaga, 1999), alumna del Santa Rosa de Lima, improvisando un cuento para una niña que cumplía siete años. Un cumpleaños con guión: un hámster escritor, Gruyère Roqfort, génesis del relato Un mundo de historias para ti. Hija de profesores, en familia hay "un tío lejano" que tiene vínculos con la literatrura. La joven autora estudiará Filología Hispánica y Arte Dramático y no considera a los libros sus amigos "sino mis amantes" con el maravilloso precipicio del reto ante la hoja en blanco.

Lo siento, soy de Letras. El título lo dice todo en el relato de Rocío Gómez Guardado, una de las tres finalistas del certamen. Alumna del IES San Fulgencio de Écija, ciudad vinculada con la novela picaresca, citó a sus dos profesoras de Lengua, Eva y Charo. Es un alegato contra la falsa disyuntiva entre Ciencias y Letras con incursiones etimológicas, un relato autobiográfico del viaje de dudas entre la Secundaria y el Bachillerato y una premisa impepinable en favor de las letras: sin Ilustración no habría Revolución Industrial. Hija de administrativa y ebanista, nació en 1998 y de la generación de un siglo antes, la de 1898, se queda con Unamuno, sin renunciar a Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.

Premios para Sevilla, Málaga y Cádiz en la persona de Natalia Malo Peces, alumna del Sagrado Corazón de San Fernando, que evoca en su relato, De la esencia a la existencia, una curiosa vivencia de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. No renuncia a escribir ni a imaginar, pese a que sus derroteros académicos y profesionales se inclinen por estudiar Derecho y ejercer algún día la abogacía. Entre sus preferencias literarias, Anna Frank, Julia Navarro y Cecilia Böhl de Faber, el verdadero nombre de Fernán Caballero, padrina de este certamen literario.

Mijas, Écija, Málaga, San Fernando... y Sevilla. Guiño a Manuel Machado con el relato que cierra el quinteto de premiados, premio que incluye su publicación en un libro editado por la propia Fundación de Cultura Andaluza con sede en la calle Salmedina. De Sevilla, de la céntrica Encarnación, es Paula García Chamorro, autora del relato Mariposas de Cristal, deudor de su fascinación por la Alemania de la II Guerra Mundial reflejada en novelas como El niño del pijama de rayas o películas como La lista de Schindler. Paula nació el año 2000 y sus autores de cabecera son Unamuno, Pedro Salinas y Dostoievski.

El jurado de esta edición lo formaron Manuel Capelo, Ricardo Ríos, Juan Miguel Vega, José María García Blanco, en tareas de secretario, Blanca Merck Navarro y el autor de estas líneas. En nombre de la Fundación intervino su presidente, Carlos Pérez-Embid Wamba. "Es admirable comprobar que haya gente de 15 y 16 años que saben escribir y hablar en público. Lo de escribir y hablar bien no es sólo un prurito estético o artístico. Escribir bien es inseparable de pensar bien. ¿Es posible pensar sin palabras?", se preguntó.

La entrega de premios, con asistencia de familiares y profesores, tuvo lugar en la Casa de la Provincia.

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