El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, aseguró ayer que la eliminación del nombre de Pío XII del callejero sevillano supondría una "injusticia, además de provocar un verdadero rechazo más allá de la ciudad, por lo que la disposición municipal sería considerada sectaria". El prelado solicitó al alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, que mantenga la avenida dedicada al Papa Pío XII, ante el anuncio que se ha hecho de revisión de la rotulación de varias calles de la capital hispalense.

En un comunicado, la Archidiócesis de Sevilla informó de que Amigo Vallejo le ha remitido una carta al primer edil hispalense en la que le recuerda que Pío XII fue un "auténtico defensor de la paz, con su magisterio y con gestos que se concretaron en la oposición a la guerra y en la ayuda a las víctimas y a grupos especialmente perseguidos".

Asimismo, el cardenal resalta en la misiva que el pontífice fue propuesto por el rabino de Nueva York como "justo entre las naciones", máximo reconocimiento que ofrece el estado de Israel a las personas que se han destacado por ayudar a judíos perseguidos.

El Ayuntamiento de Sevilla no ha informado oficialmente todavía de que Pío XII esté entre las calles que se pretenden cambiar de nombre. Hay una comisión que se encarga de ello y su objetivo es eliminar los nombres franquistas.