Tras ganar la batalla al cáncer de mama, la sevillana Ana Garrido tiene muy claro cuál es el mejor mensaje para todas aquellas mujeres que acaban de recibir el diagnóstico de esta grave enfermedad: "Fuerza para seguir adelante, combatir la enfermedad; y sobre todo mucha prevención a todas las mujeres ya que es necesario detectar al cáncer pronto para vencerlo".

A sus 51 años, y tras cinco años liberada del tumor que la mantuvo enganchada a tratamientos muy agresivos, Ana se suma hoy domingo a la Carrera de la Mujer como embajadora de esta iniciativa. Esta mujer recuerda perfectamente cuándo le diagnosticaron la enfermedad: "Fue en una revisión rutinaria en la que me detectaron un bulto. Tras la punción, la espera de los resultados. Y lo peor, cuando me dieron la noticia. Fue terrible".

El tumor la obligó a someterse a un tratamiento agresivo de quimioterapia y radioterapia. "Treinta minutos después de conocer el resultado de los análisis me vi enganchada a una máquina, fue terrible", recuerda. La enfermedad le obligó a permanecer una larga temporada de baja laboral. "El cáncer afecta al que lo sufre y a todo su entorno, familia, amigos, compañeros...".

Como secretaria de dirección, la embajadora de la Carrera de la Mujer atesora 26 año vinculada a la Cruzcampo. "Cuando conocí hace años el proyecto solidario de Heineken contra el cáncer de mama me pareció una gran idea, pero entonces no imaginé que correría en la carrera", añade. Este proyecto denominado Ocho Palabras, Una Meta recaudará fondos que estarán destinados a la Sociedad Española de Oncología Médica que los destinará a la creación de una beca para una investigación contra esta grave enfermedad. El cantante Manuel Carrasco también ha colaborado con este acto benéfico. "Hasta 200 compañeros de Cruzcampo de Sevilla se han sumado a este proyecto", cometa Ana Garrido.

Tras su experiencia con esta enfermedad, Garrido quiere hacer mucho hincapié a la población femenina de la necesidad de acudir a las revisiones ginecológicas. "Ganar esta batalla depende en gran medida de la detección a tiempo", recuerda.

Durante todo el proceso y los tratamientos, esta mujer no escatima en halagos hacia los equipos médicos que la han atendido en el Hospital Virgen Macarena. "Durante el tratamiento me di cuenta de lo privilegiada que soy al poder contar con la medicina de alta calidad que ofrece la Seguridad Social", comenta.

Recuperada y llena de entusiasmo, Ana quiere dar con su testimonio un ejemplo de cómo la vida sigue y cómo se puede superar a esta grave enfermedad.